Londres, 5 agosto.- El primer ministro británico, Keir Starmer, reunió este lunes a su gabinete de emergencia, conocido como COBRA, para abordar los disturbios que han sacudido al país y enfrentar su primera crisis de Gobierno.
Al término de la reunión, Starmer anunció la creación de una unidad permanente de 400 agentes de policía especializados en la gestión de disturbios violentos, como los que han tenido lugar en la última semana. Según el Consejo de Jefes de Policía británico, hasta el momento se han registrado 378 detenidos.
A pesar de la presión sobre el sistema penitenciario británico, que está al borde del colapso, Starmer aseguró que se aplicará “todo el peso de la ley” a los responsables de lanzar objetos a los agentes de policía, quemar comisarías y atacar mezquitas y albergues para solicitantes de asilo. “Haremos que esto funcione y nos aseguraremos de que tengamos los lugares necesarios en las cárceles para llevar rápidamente a los responsables ante la Justicia”, agregó el primer ministro. También subrayó que el derecho penal se aplicará a quienes cometan delitos en internet, incluyendo a aquellos que inciten a la violencia a través de las redes sociales.
Starmer se enfrenta ahora a una encrucijada, ya que varios diputados, incluyendo al extremista Nigel Farage, la exministra del Interior ‘tory’ Priti Patel, y diputados laboristas como Diane Abbott, han pedido convocar al Parlamento, actualmente en receso estival, para discutir la ola de violencia.
La presión sobre Starmer también aumenta tras el anuncio de Irlanda del Norte de que pondrá fin al receso de verano de la Asamblea de Stormont y volverá a la cámara este jueves para debatir las escenas de violencia y anti-inmigración vividas en el Úlster durante el fin de semana.
Sin embargo, la ministra británica del Interior, Yvette Cooper, indicó que el Parlamento no será convocado “en este momento” y que el Gobierno está en contacto con los diputados.
La reciente ola de disturbios, que recuerda las revueltas de agosto de 2011 tras la muerte de Mark Duggan, está relacionada con el ataque múltiple ocurrido el 29 de julio en Southport, donde murieron tres niñas y diez personas más resultaron heridas. Axel Rudakubana, de 17 años, ha sido acusado del asesinato de las niñas y el intento de asesinato de las otras víctimas. Los disturbios, agrupados bajo el eslogan ‘Enough Is Enough’ (Basta ya), fueron impulsados por la Liga de Defensa Inglesa (EDL) y su fundador Tommy Robinson, quien continuó alentando la violencia a través de internet desde Chipre.
La divulgación de rumores en internet sobre el agresor, quien no era un solicitante de asilo, sino un joven nacido en Gales de padres ruandeses, ha intensificado el malestar de los grupos de ultraderecha.