Washington, 23 julio.- La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, presentó su dimisión este martes luego de recibir críticas por los errores en la seguridad durante el mitin en Butler, Pensilvania, en el que el expresidente Donald Trump (2017-2021) sufrió un intento de asesinato.
La cadena NBC, citando a tres fuentes familiarizadas con el tema, informó que la renuncia se produjo tras múltiples llamamientos de los legisladores para que Cheatle dejara su cargo.
Ayer, Cheatle compareció ante un comité de la Cámara de Representantes y calificó el intento de asesinato de Trump como el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”. Asumió “la responsabilidad completa” por el lapso en la seguridad y aseguró que está cooperando con las investigaciones en curso sobre el atentado.
La oposición republicana había exigido la renuncia de Cheatle, quien estaba al frente de la agencia encargada de la seguridad de Trump.
Trump fue herido de bala en una oreja mientras participaba en el mitin en Butler. El tirador, un joven de 20 años, se había situado en un tejado a unos 140 metros del expresidente, fuera del perímetro de seguridad. Testigos alertaron dos minutos antes de los disparos sobre la sospechosa presencia del agresor, quien fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Durante la audiencia, los republicanos se quejaron de la negativa de Cheatle a responder la mayoría de sus preguntas, alegando que hay varias investigaciones en curso con las que el Servicio Secreto está colaborando para esclarecer qué falló en el operativo.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del cual depende el Servicio Secreto, anunció este domingo el inicio de una investigación independiente ordenada por el presidente Joe Biden. Esta investigación, que debe concluir en 45 días, estará conformada por miembros de ambos partidos, incluyendo a Janet Napolitano, exsecretaria de Seguridad Nacional con Barack Obama (2009-2017), y Frances Townsend, exasesora de Seguridad Nacional de George W. Bush (2001-2009).