SÃO PAULO, 1 agosto – El magistrado de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, anunció este viernes que ignorará las sanciones impuestas por el expresidente estadounidense Donald Trump y aseguró que el alto tribunal juzgará a todos los responsables del intento de golpe de Estado liderado por Jair Bolsonaro durante el segundo semestre del año.
“Juzgaremos a todos los responsables, absolviendo a quienes no tengan pruebas en su contra, condenando a quienes las tengan, pero juzgando”, declaró De Moraes en el plenario del Supremo en Brasilia, dejando claro que el proceso no se verá intimidado por presiones externas ni internas.
La declaración responde directamente a las sanciones dictadas por el Gobierno de Trump, que incluyen la revocación de visados y la inclusión de De Moraes en la Ley Magnitsky, una normativa que permite a Estados Unidos castigar a extranjeros por corrupción o violaciones de derechos humanos. Washington acusa al juez de liderar una “campaña opresiva de censura” y de ejercer “justicia politizada” contra Bolsonaro.
Además, Trump aprovechó el proceso contra el expresidente brasileño para imponer un arancel adicional del 50% a ciertas importaciones de Brasil, como parte de un castigo comercial explícito vinculado al juicio por golpismo.
De Moraes rechazó esas acusaciones y defendió que el proceso contra Bolsonaro ha sido “el más transparente del mundo”, con interrogatorios y testimonios transmitidos públicamente, y reiteró que el tribunal no cederá a presiones tiránicas ni chantajes. Acusó a quienes intentan interferir en el proceso de actuar como una “organización miliciana” y los calificó de “traidores de la patria”.
En un mensaje directo pero sin nombrarlo, el magistrado también pareció aludir al diputado federal Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, quien se encuentra desde hace cinco meses en Estados Unidos y es investigado por sus supuestos contactos con la administración Trump para obstruir el juicio en Brasil. Tanto él como su padre son objeto de una pieza separada dentro del mismo caso.
“Esos intentos de obstrucción a la justicia, realizados por brasileños supuestamente patriotas pero que actúan en favor de intereses extranjeros, tienen un único objetivo: archivar de forma tiránica una causa que debe seguir su curso legal”, dijo De Moraes.
El juez también denunció amenazas a autoridades brasileñas y sus familias, y reafirmó que el Supremo Tribunal Federal no se rendirá: “Se engañan esa organización criminal miliciana y aquellos brasileños fugitivos del país si esperan debilidad. Las instituciones brasileñas son fuertes y sólidas”.








