Washington, 4 julio.- Al menos 55 ciudadanos canadienses están bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, según confirmó Asuntos Globales de Canadá, en medio de una oleada de redadas migratorias que ha desatado preocupación, indignación y confusión entre las familias afectadas.
Cynthia Olivera, originaria de Mississauga (Ontario) y residente en Los Ángeles desde hace décadas, fue detenida durante lo que debía ser una entrevista rutinaria para regularizar su estatus migratorio. Paula Callejas, una empresaria de Montreal con un negocio en expansión en Florida, fue arrestada por un delito menor y lleva más de tres meses en centros de detención de ICE, trasladada repetidamente entre estados sin notificación a su familia.
Arrestos “como trampa” y condiciones inhumanas
“Nos atrajeron a nuestra cita de inmigración… y se llevaron a mi esposa esposada. Ni siquiera nos dejaron hacer la entrevista”, denunció Frank Olvera, esposo de Olivera. La mujer, que reside en EE.UU. desde los años 90 y es madre de hijos ciudadanos estadounidenses, fue detenida por un incidente fronterizo ocurrido en 1999, cuando intentó volver a EE.UU. embarazada tras asistir al funeral de su madre en Canadá.
Ambas familias describen las condiciones de detención como inhumanas. Denuncian hacinamiento, comida deficiente y trato indigno. “Es horrible. Los tratan como animales”, afirmó Olvera.
En el caso de Callejas, su familia asegura que “ha sido transferida múltiples veces sin previo aviso” y que su salud y bienestar están en riesgo. “Está afectando emocionalmente a todos. Nos sentimos estresados porque no sabemos dónde estará mañana”, lamentó un familiar.
Deportaciones estancadas y procesos sin transparencia
Tanto Olivera como Callejas se encuentran en una especie de limbo migratorio. ICE confirmó a CBC News que ambas están bajo custodia, pero se negó a dar detalles sobre sus estatus o fechas previstas de deportación.
A pesar de que Olivera ya aceptó ser deportada para retomar su proceso migratorio en Canadá, ICE no ha agilizado su salida. “Estoy dispuesto a pagar un agente para que la escolte. No entiendo por qué no actúan”, declaró Olvera.
Políticas migratorias más agresivas bajo Trump
Estas detenciones coinciden con el endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump, quien ha ordenado una intensificación histórica de las deportaciones. Según fuentes oficiales, el gobierno apunta ahora a realizar al menos 3.000 arrestos por día, una cifra que quintuplica el promedio diario del inicio de su segundo mandato.
Esta semana, Trump y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, visitaron el nuevo centro de detención en Florida conocido como “Alligator Alcatraz”, símbolo de esta nueva etapa en la política migratoria.
Canadá vigila, pero hay límites
Asuntos Globales de Canadá reconoció su conocimiento de los detenidos, pero también admitió que sus capacidades para intervenir son limitadas una vez que los canadienses están bajo jurisdicción migratoria de EE.UU. Hasta ahora, solo una detenida, Jasmine Mooney, ha sido liberada y regresó a Canadá.
En contraste, otro ciudadano canadiense, Johnny Noviello, murió la semana pasada bajo custodia de ICE, lo que ha encendido aún más las alarmas sobre las condiciones de detención y el trato a ciudadanos extranjeros.
El costo humano y económico
Las familias de Callejas y Olivera enfrentan no solo el trauma emocional sino también un alto costo económico. Abogados, trámites legales, y la incertidumbre de no saber si sus seres queridos serán liberados o deportados, los tienen al borde del colapso.
“Me avergüenzo de ser estadounidense”, declaró Olvera, quien votó por Trump buscando un cambio. “Ahora veo que solo están persiguiendo a la gente morena.”