WASHINGTON, 10 de mayo.— La comunidad hispana de Washington, D.C., ha estado viviendo días de miedo e incertidumbre ante los rumores de posibles redadas migratorias organizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Estos temores se intensificaron esta semana cuando circularon informes no confirmados sobre agentes del ICE planeando operaciones en escuelas bilingües y otros lugares frecuentados por inmigrantes.


Un Momento de Alivio Temporal

El martes por la mañana, decenas de padres preocupados y miembros del personal se reunieron fuera de Mundo Verde, una de las escuelas bilingües más prominentes de la ciudad, preparándose para una posible redada. El pánico aumentó cuando una camioneta negra pasó lentamente dos veces frente a la escuela antes de estacionarse en la cuadra.

“Creo que está sucediendo”, dijo un padre, reflejando el nerviosismo colectivo. Sin embargo, el hombre que emergió de la camioneta resultó ser un camarógrafo de televisión, lo que provocó risas aliviadas entre los presentes.

Aunque los rumores de una redada en las escuelas resultaron infundados ese día, las tensiones persisten. Se informó que agentes del ICE allanaron varios restaurantes locales, incluido Millie’s, un restaurante ubicado en el noroeste de Washington. El personal de Millie’s describió el incidente como una invasión llevada a cabo por “fascistas”, aunque detalles oficiales sobre el operativo aún no han sido confirmados.


Washington, una Ciudad Santuario en el Limbo

La situación se ve exacerbada por la ambivalencia de las autoridades locales sobre el estatus de Washington, D.C., como ciudad santuario. En 2020, la capital fue declarada oficialmente como tal a través de la Ley de Valores de Santuario, que prohíbe la cooperación con agencias federales de inmigración. Sin embargo, desde la reelección del presidente Donald Trump, la alcaldesa Muriel Bowser ha adoptado una postura más distante respecto a este estatus.

En febrero, Bowser caracterizó públicamente la designación de ciudad santuario como “una expresión de nuestros valores”, pero aclaró que no es un concepto legal vinculante. Según Bowser, la ciudad no obstaculizará ni desafiará los esfuerzos de las autoridades migratorias federales.

“Es engañoso sugerirle a alguien que este es un lugar donde se pueden violar las leyes de inmigración,” afirmó Bowser. “La ciudad no es una agencia de aplicación de la ley de inmigración. Ninguna ciudad lo es. El gobierno federal, sí.”

Este distanciamiento ha generado preocupación entre los residentes hispanos, quienes sienten que el gobierno local no los protegerá en caso de redadas.


Preparativos Comunitarios para el Peor Escenario

Ante la amenaza de redadas, la comunidad hispana de Washington ha estado preparándose silenciosamente para el peor de los casos. Funcionarios de escuelas bilingües y organizaciones benéficas han implementado planes de contingencia para proteger a estudiantes y familias.

  • Planes de Crisis: Varias escuelas han desarrollado estrategias detalladas, como colocar letreros de “propiedad privada” alrededor de sus instalaciones y capacitar al personal sobre cómo manejar la llegada de agentes de inmigración.
  • Acuerdos de Custodia: Los padres han sido aconsejados a firmar acuerdos de custodia que especifiquen quién cuidará a sus hijos si son detenidos repentinamente. Una administradora estimó que hasta un 35% del alumnado podría ser indocumentado.
  • Capacitaciones Legales: En febrero, un grupo de escuelas chárter bilingües organizó una sesión de entrenamiento titulada “Conozca sus derechos”, conducida por un abogado de inmigración. Docenas de familias asistieron, algunas virtualmente debido al temor de participar en persona.

Según el abogado, las solicitudes para estos entrenamientos han aumentado significativamente en los últimos meses.

“Cualquiera que no sea un ciudadano en regla está pensando, ‘Oh Dios mío, ¿qué significa esto para mí?’”.

Para los clientes indocumentados, el consejo principal ha sido mantenerse “fuera del radar”, aunque el abogado reconoce que esta recomendación tiene sus limitaciones.


Solidaridad en Tiempos de Miedo

A pesar del clima de miedo, también ha habido momentos de solidaridad. En Mundo Verde, padres no hispanos instalaron mesas en la acera para trabajar en sus laptops y permanecer vigilantes todo el día. En Oyster-Adams, otra escuela bilingüe, se estableció una red de voluntarios para acompañar a los estudiantes de manera segura hacia y desde el edificio escolar.

Rio Sigala, una madre de Mundo Verde, elogió la movilización de apoyo por parte de la comunidad no hispana:

“Como latina, ver a tantos padres aquí en solidaridad te hace sentir menos sola. Caminas un poco asustada y ver a todos salir, se siente esperanzador.”


Conclusión: Un Futuro Incierto

Los rumores de redadas migratorias han dejado a la comunidad hispana de Washington, D.C., en un estado de alerta constante. Aunque algunos incidentes reportados resultaron ser falsas alarmas, la amenaza sigue presente, alimentada por políticas migratorias cada vez más estrictas y la incertidumbre sobre el papel de las autoridades locales.

En medio de este clima de temor, la solidaridad entre comunidades ha sido un rayo de esperanza, demostrando que incluso en los momentos más difíciles, la unidad puede ofrecer consuelo y fortaleza.

“Esta cultura del miedo no es nueva, pero ahora parece más palpable que nunca,” concluyó el abogado de inmigración, subrayando la importancia de estar preparados y apoyarse mutuamente en tiempos de crisis.


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