SRINAGAR/NUVA DELHI/ISLAMABAD, 10 de mayo.— Después de casi tres semanas de creciente tensión que culminaron en una intensa jornada de ataques masivos a objetivos militares, la India y Pakistán acordaron este sábado un alto el fuego inmediato, mediado por Estados Unidos, poniendo fin a su peor escalada de violencia en lo que va del siglo. El conflicto ha dejado un saldo aproximado de 100 fallecidos, incluyendo civiles y combatientes.


El Anuncio del Cese de Hostilidades

El anuncio del alto el fuego se produjo a las 17:55 hora india (11:25 GMT) a través de un mensaje en la red social Truth Social del presidente estadounidense, Donald Trump. En su declaración, Trump aseguró que ambas naciones habían accedido a un cese de hostilidades “TOTAL E INMEDIATO” gracias a la intervención diplomática de Estados Unidos.

Minutos después, tanto la India como Pakistán confirmaron la tregua en mensajes coordinados, aunque ninguna de las dos naciones mencionó públicamente el papel de Washington en la negociación.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, indicó que las conversaciones entre los dos países continuarán en una sede neutral para avanzar hacia una solución más duradera.

Por su parte, la India anunció que los directores generales de Operaciones Militares de ambos países se reunirán nuevamente el 12 de mayo a las 12:00 hora india (6:30 GMT) para discutir los próximos pasos.


Una Jornada de Alta Intensidad

Este acuerdo llega después de una jornada marcada por un despliegue sin precedentes de ataques con drones y misiles, reviviendo los fantasmas de una guerra a gran escala como la de Kargil en 1999. Durante las horas previas al alto el fuego, ambos países intercambiaron golpes significativos.

La ‘Operación Bunyanun Marsoos’

Pakistán lanzó la denominada ‘Operación Bunyanun Marsoos’ (Muro de Hierro), una serie de ataques con misiles y drones dirigidos contra instalaciones militares indias en ciudades cercanas a la frontera, como Udhampur, Pathankot, Adampur y Bhuj. Según Islamabad, estos ataques causaron una “destrucción considerable”, aunque Nueva Delhi admitió solo daños “limitados”.

Respuesta India

En represalia, la India declaró haber atacado bases aéreas en seis localizaciones de Pakistán. Sin embargo, Islamabad afirmó haber interceptado la mayoría de estos ataques.

Aunque ninguno de los ejércitos reportó bajas directas durante estos intercambios, la disputada región de Cachemira fue el epicentro de la violencia, con 16 muertes adicionales causadas por el fuego de artillería. Según autoridades locales:

  • Cachemira administrada por Pakistán: 13 personas murieron y 56 resultaron heridas.
  • Cachemira administrada por India: 3 personas fallecieron, incluyendo un funcionario público.

Orígenes de la Crisis

La crisis comenzó el 22 de abril, cuando hombres armados asesinaron a tiros a 26 turistas —en su mayoría indios— en una popular pradera en Pahalgam, en la Cachemira controlada por la India. La India responsabilizó a Pakistán de facilitar el ataque, considerándolo el punto de inflexión de la crisis. Sin embargo, Islamabad negó cualquier implicación, desafiando a Nueva Delhi a presentar pruebas, las cuales no han sido divulgadas hasta ahora.


Llamamientos Internacionales a la Moderación

Durante las horas previas al anuncio del alto el fuego, la comunidad internacional intensificó sus llamamientos a la contención. Países como Arabia Saudí, China y los miembros del G7 instaron a ambas naciones a buscar una solución pacífica y detener la escalada militar, temiendo un conflicto a gran escala entre dos potencias nucleares.

El comodoro indio Raghu R. Nair advirtió en una rueda de prensa que, aunque la India respeta la tregua, permanecerá vigilante y responderá con firmeza ante cualquier futura provocación.

“Nos mantendremos comprometidos con la defensa de nuestra soberanía,” afirmó Nair. “Esperamos que esta tregua sea el primer paso hacia una paz duradera.”


Un Conflicto Histórico en el Siglo XXI

Este enfrentamiento es el episodio más grave entre India y Pakistán desde el inicio del siglo, recordando la fragilidad de la paz en la región de Cachemira, territorio disputado desde la partición de 1947. A pesar del alto el fuego acordado, persisten desafíos significativos para resolver las tensiones históricas entre ambos países.


Conclusión: Un Respiro Temporal

El cese de hostilidades representa un respiro crucial en una situación que estuvo al borde de convertirse en una guerra abierta. Sin embargo, la falta de confianza mutua y las profundas diferencias sobre Cachemira sugieren que la paz será difícil de consolidar a largo plazo.

“La diplomacia debe prevalecer sobre las armas,” subrayó un comunicado conjunto emitido por varios países del G7, destacando la importancia de evitar un conflicto nuclear en una de las regiones más volátiles del mundo.


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