BRASILIA, 11 de abril — El expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022) fue hospitalizado este viernes en la ciudad de Santa Cruz, en el estado de Río Grande do Norte, tras sufrir un fuerte malestar estomacal durante una gira política. Posteriormente, fue trasladado en helicóptero a un centro médico en Natal, la capital del estado, según confirmaron fuentes cercanas al político y miembros de su partido, el Partido Liberal (PL).
El líder ultraderechista, de 70 años, se encuentra en el norte del país como parte de una campaña para promover un proyecto de amnistía dirigido a los ultras condenados por participar en el violento intento golpista del 8 de enero de 2023, cuando seguidores de Bolsonaro asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia: el Congreso Nacional, el Palacio del Planalto y el Supremo Tribunal Federal (STF).
El Malestar y Traslado Médico
Según informes proporcionados por el diputado Luciano Zucco, del PL, Bolsonaro sufrió un episodio agudo de malestar estomacal que requirió atención médica inmediata. Fue atendido inicialmente en un hospital de Santa Cruz antes de ser trasladado en helicóptero hacia un centro médico más avanzado en Natal, ubicado a unos 120 kilómetros de distancia.
En declaraciones difundidas en sus redes sociales, Zucco aseguró que el exmandatario ya está “estabilizado” y que las informaciones son “positivas”. Sin embargo, destacó que Bolsonaro será probablemente internado en Natal para observación adicional.
«Ya está mejor del malestar que tuvo», afirmó el legislador, aunque no descartó que permanezca bajo supervisión médica durante las próximas horas.
Un Historial de Problemas Digestivos
Esta no es la primera vez que Bolsonaro enfrenta complicaciones de salud relacionadas con su sistema digestivo. Desde el brutal atentado que sufrió el 6 de septiembre de 2018, cuando fue apuñalado en la región abdominal por un hombre diagnosticado con trastornos mentales en la ciudad de Juiz de Fora, el exmandatario ha lidiado con problemas recurrentes en el estómago y el tracto intestinal.
El ataque lo dejó gravemente herido y requirió múltiples cirugías de emergencia, además de largos periodos de recuperación. Desde entonces, Bolsonaro ha sufrido diversas complicaciones médicas derivadas de ese incidente, incluyendo obstrucciones intestinales, infecciones y otros trastornos digestivos.
Una Gira Polémica en Contexto Sensible
La hospitalización de Bolsonaro ocurre en medio de una gira política destinada a reunir apoyo para un controvertido proyecto de amnistía. Este plan busca beneficiar a los manifestantes que participaron en el fallido intento golpista del 8 de enero de 2023, quienes fueron condenados por vandalizar las sedes de los tres poderes del Estado brasileño.
Bolsonaro enfrenta cargos ante la Corte Suprema de Justicia (STF) por su presunta implicación como “mentor intelectual” del levantamiento. La Fiscalía General de Brasil acusa al exmandatario de haber incitado a sus seguidores a desafiar las instituciones democráticas, en un intento de derrocar al gobierno progresista de Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió la presidencia tras vencer a Bolsonaro en las elecciones de octubre de 2022.
Reacciones desde el Entorno Político
El ingreso del exmandatario en un hospital ha generado preocupación entre sus seguidores, pero también críticas de sus detractores, quienes cuestionan la oportunidad de su gira política en un momento de alta polarización en Brasil.
El diputado Luciano Zucco resaltó que Bolsonaro “ya está mejor”, minimizando la gravedad del episodio. Sin embargo, analistas señalan que esta nueva hospitalización podría debilitar aún más su posición política, especialmente si su estado de salud interfiere en sus actividades públicas.
Conclusión: Un Futuro Incierto para Bolsonaro
La salud de Jair Bolsonaro sigue siendo un tema central en su vida pública, particularmente dada la conexión directa entre sus problemas actuales y el atentado que sufrió en 2018. Aunque su entorno afirma que está fuera de peligro, este nuevo episodio plantea interrogantes sobre su capacidad para mantener un ritmo político exigente mientras enfrenta acusaciones judiciales y escrutinio público.
¿Podrá Bolsonaro continuar liderando la ultraderecha brasileña mientras lidia con estos desafíos físicos y legales? Lo cierto es que su figura sigue generando profundas divisiones en Brasil, y cualquier cambio en su condición personal podría tener implicaciones significativas para el panorama político del país.