TORONTO, 5 de marzo.— El gobierno canadiense ha dejado claro que no aceptará un compromiso parcial con respecto a los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump, reiterando su postura de exigir la eliminación total de los gravámenes antes de considerar levantar sus propias medidas de represalia. Esta posición fue confirmada por un alto funcionario del gobierno canadiense bajo condición de anonimato y respaldada por declaraciones del ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc.
La Postura de Canadá: Sin Concesiones Parciales
El primer ministro Justin Trudeau ha adoptado una posición firme frente a los aranceles del 25% impuestos por Trump sobre las importaciones canadienses, señalando que cualquier solución debe incluir la eliminación completa de estos gravámenes. Según LeBlanc, en una entrevista con la Canadian Broadcasting Corporation (CBC):
“No nos interesa llegar a un punto intermedio y tener algún arancel reducido. Canadá quiere que se eliminen los aranceles.”
Esta declaración refleja la determinación de Ottawa de no ceder ante presiones económicas o políticas mientras los aranceles continúen afectando sectores clave de su economía, como el automotriz y la energía.
Trump Considera Exenciones Parciales
Mientras tanto, el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, sugirió durante una entrevista con Bloomberg Television que el gobierno de Trump podría suavizar su postura mediante la introducción de exenciones para ciertos sectores, como el automotriz. Lutnick afirmó que Trump actualizaría sus planes de aranceles con un anuncio programado para este miércoles por la tarde.
“Habrá aranceles, seamos claros,” dijo Lutnick. “Pero lo que (Trump) está pensando es a qué sectores del mercado tal vez —tal vez— considerará darles alivio hasta que lleguemos, por supuesto, al 2 de abril.”
El 2 de abril, Trump planea anunciar lo que denomina aranceles “recíprocos”, diseñados para igualar los gravámenes, impuestos y subsidios establecidos por otros países. Este enfoque podría intensificar aún más las tensiones comerciales globales si no se logra un acuerdo previo con Canadá y México.
Diálogo entre EE.UU., Canadá y México
Lutnick indicó que hablaría con Trump sobre posibles opciones respecto a Canadá y México, destacando que ambos países están trabajando para abordar las preocupaciones del presidente estadounidense sobre el tráfico de drogas, particularmente el flujo de fentanilo hacia EE.UU. Aunque estas conversaciones podrían abrir la puerta a una solución negociada, el gobierno canadiense ha dejado claro que no aceptará soluciones a medias.
Impacto Económico y Represalias
Los aranceles impuestos por Trump han generado una inmediata respuesta de Canadá, México y China, quienes han implementado sus propias medidas de represalia. Estas tensiones han provocado una caída significativa en los mercados financieros globales, aumentando los temores de una guerra comercial que podría tener repercusiones duraderas.
En particular, los aranceles del 25% sobre productos mexicanos y canadienses, junto con un gravamen del 10% limitado a la energía canadiense, han impactado severamente sectores clave de la economía canadiense. La decisión de Ottawa de mantener sus represalias refleja su intención de proteger sus intereses económicos mientras presiona a Washington para revertir sus medidas.
¿Un Compromiso en el Horizonte?
A pesar de la retórica dura, algunos analistas ven señales de posible flexibilidad por parte de Trump, especialmente ante la preocupación por el impacto de los aranceles en los mercados financieros y la economía estadounidense. La sugerencia de Lutnick de eximir ciertos sectores, como el automotriz, podría ser un intento de reducir las tensiones sin ceder completamente.
Sin embargo, para Canadá, cualquier solución que involucre aranceles reducidos pero no eliminados sería inaceptable. Según fuentes gubernamentales, Ottawa está dispuesto a mantener sus represalias hasta que se alcance una solución integral que garantice la eliminación total de los gravámenes.
Un Juego de Presión y Negociación
La disputa arancelaria entre EE.UU. y Canadá sigue siendo un tema crítico en las relaciones bilaterales, con ambos gobiernos adoptando posturas firmes mientras exploran opciones para evitar una escalada mayor. Mientras Trump busca usar los aranceles como herramienta de presión para abordar problemas como el tráfico de drogas, Trudeau insiste en que Canadá no aceptará menos que la eliminación total de los gravámenes.
El anuncio programado por Trump para este miércoles podría marcar un punto de inflexión en la disputa, aunque la postura inflexible de Canadá sugiere que cualquier solución requerirá concesiones significativas por parte de EE.UU. En juego está no solo el futuro de las economías nacionales, sino también la estabilidad del comercio regional bajo el marco del T-MEC.
Por ahora, la situación sigue siendo fluida, con ambas partes buscando equilibrar la presión económica con la necesidad de evitar una guerra comercial prolongada que podría dañar a todos los involucrados.