RÍO DE JANEIRO, 3 de marzo.— La euforia y el desenfreno típicos del Carnaval de Brasil alcanzaron un nuevo nivel este martes, impulsados por el histórico Óscar obtenido por la película ‘I’m Still Here’ (Aún estoy aquí), dirigida por Walter Salles. Este logro, que marcó el primer Óscar para el cine brasileño en la categoría de Mejor Película Internacional, se convirtió en un motivo adicional de celebración durante la fiesta popular más grande del país.


Un Carnaval con Sabor a Hollywood

Los ‘blocos’, comparsas callejeras que recorren Brasil durante las festividades de Carnaval, se llenaron de disfraces inspirados en la estatuilla dorada y en Fernanda Torres, la protagonista de la película, quien, aunque no ganó el Óscar a Mejor Actriz, se convirtió en una heroína nacional gracias a su nominación. Máscaras con el rostro de Torres y réplicas de Óscares inundaron las calles, mientras los brasileños celebraban este hito cultural.

En Río de Janeiro, agrupaciones como ‘Sargento Pimenta’, famosa por adaptar música de The Beatles al ritmo del carnaval carioca, rindieron homenaje a la obra de Walter Salles. En Salvador, capital del estado de Bahía y conocida por sus animados carnavales, este año el festejo adoptó un nuevo apodo: el ‘Carnaoscar’.


Un Momento Histórico en Medio de la Fiesta

La emoción llegó a su punto máximo cuando, coincidiendo con la medianoche en Brasil, se anunció desde Hollywood que ‘I’m Still Here’ había ganado el premio a la Mejor Película Internacional. En ese instante, incluso los tambores frenéticos que caracterizan los desfiles de Salvador se detuvieron brevemente, mientras el público contenía el aliento. Cuando la actriz española Penélope Cruz anunció el nombre de la película brasileña, el estruendo fue ensordecedor.

Lo mismo ocurrió en el icónico Sambódromo de Río de Janeiro, donde decenas de miles de personas abarrotaban las tribunas para presenciar los desfiles de las escuelas de samba. Cuando el anuncio del Óscar resonó por los altavoces del recinto, las gradas estallaron en una ovación prolongada, mezclando el orgullo nacional con la alegría desbordante del Carnaval.


Cine y Carnaval: Una Celebración Sin Fronteras

Más allá de las calles y los desfiles, cientos de salas de cine y teatros en todo Brasil organizaron fiestas especiales con pantallas gigantes para transmitir la ceremonia de los Premios de la Academia. Para muchos brasileños, esta edición del Carnaval quedará grabada en la memoria no solo por su energía contagiosa, sino también por haber sido testigos de un momento histórico para el cine nacional.

El triunfo de ‘I’m Still Here’ ha generado un renovado interés por el cine brasileño, reforzando su lugar en la escena internacional. La película, que narra una historia íntima y universal sobre la resiliencia humana, ha tocado fibras profundas tanto dentro como fuera del país.


El Carnaval Continúa

A pesar del entusiasmo generado por el Óscar, el Carnaval brasileño seguirá su curso durante los próximos días. Las calles de ciudades como Río de Janeiro, Salvador y São Paulo continuarán vibrando con música, baile y color, mientras las escuelas de samba culminan sus presentaciones en el Sambódromo.

Este martes, el Sambódromo de Río clausuró los desfiles de 2025 con actuaciones memorables de algunas de las escuelas más reconocidas. Sin embargo, como ocurre tradicionalmente, la fiesta no terminará con la llegada del Miércoles de Ceniza. Según cantaba el poeta Vinícius de Moraes, el Carnaval representa una felicidad que, aunque efímera, siempre encuentra formas de prolongarse.

El próximo sábado, el Sambódromo acogerá el tradicional ‘Desfile de las Campeonas’, donde las mejores escuelas de samba de este año volverán a deslumbrar a una audiencia entregada. Y aunque el Carnaval eventualmente llegue a su fin, el legado del ‘Carnaoscar’ permanecerá como un recordatorio del poder del cine y la cultura para unir a un país en medio de la mayor fiesta popular del mundo.


Un Carnaval Inolvidable

El Carnaval de Brasil de este año será recordado no solo por su desenfreno y alegría, sino también por haber sido testigo de un hito histórico para el cine nacional. El Óscar obtenido por ‘I’m Still Here’ ha dado un nuevo significado a la celebración, demostrando que la cultura brasileña puede brillar tanto en las calles como en los escenarios internacionales. En medio de tambores, samba y confeti, Brasil celebró no solo su identidad festiva, sino también su capacidad para conquistar el mundo con su arte.

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