CARACAS, 3 de marzo.— El partido político opositor venezolano Un Nuevo Tiempo (UNT) defendió este lunes su postura a favor de participar en los comicios legislativos y regionales previstos para el próximo 25 de mayo, argumentando que la presencia de la oposición es clave para «abrir espacios, avanzar, presionar y construir una salida democrática» a la crisis institucional que atraviesa el país.
«Abstenerse es dejarle el camino libre al oficialismo, que amenaza con una reforma constitucional para imponer un modelo sin voces disidentes», declaró UNT en un comunicado, destacando la importancia de no marginarse mientras Venezuela enfrenta lo que consideran un momento decisivo.
Como parte de la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), UNT enfatizó que la lucha cívica y el voto son herramientas fundamentales para lograr el cambio político que demanda la población.
El Debate Interno en la Oposición
La decisión de participar en las elecciones ha generado un intenso debate dentro del espectro opositor. Mientras UNT defiende la participación como una estrategia necesaria para desafiar democráticamente al sistema electoral controlado por el chavismo, otros sectores liderados por la PUD rechazan lo que consideran «falsas elecciones».
El líder de la PUD, Edmundo González Urrutia, quien fue proclamado por la oposición como ganador de las presidenciales de 2023, ha insistido en que solo habrá comicios legítimos cuando se reconozca su supuesto triunfo y se garanticen condiciones electorales justas. La PUD denuncia que el Consejo Nacional Electoral (CNE), dominado por rectores afines al chavismo, manipuló los resultados para favorecer la reelección de Nicolás Maduro.
Este desacuerdo ha profundizado las divisiones internas, incluso dentro de partidos tradicionales como Primero Justicia (PJ), donde algunos militantes abogan por presentar candidatos mientras la dirigencia se opone.
Posiciones Contrapuestas Dentro de Primero Justicia
En el caso de Primero Justicia, la división es evidente. Por un lado, figuras como Henrique Capriles, excandidato presidencial, han defendido la participación electoral como una herramienta estratégica para movilizar a la población y ejercer presión sobre el régimen. Según Capriles, el voto representa una forma de lucha legítima para avanzar hacia el cambio político que exigen los venezolanos.
Por otro lado, la dirigencia de PJ mantiene su postura contraria a participar en los comicios de mayo, argumentando que estas elecciones forman parte de una estrategia del chavismo para perpetuarse en el poder y desconocer el resultado de las presidenciales de 2023, que según ellos fueron fraudulentas.
El Argumento de UNT: Desafiar el Sistema Electoral
Para UNT, la participación no implica confianza en el sistema electoral actual, sino una forma de desafiarlo democráticamente. En su comunicado, el partido señaló:
«No se trata de confiar en el sistema, sino de desafiarlo democráticamente. Nosotros creemos en persistir, en seguir luchando hasta vencer. El oficialismo nos quiere desmovilizados, rendidos, pero nuestra lucha es por el cambio, la paz y la prosperidad».
El partido también destacó que abstenerse sería un error estratégico que permitiría al oficialismo consolidar su control sin enfrentar resistencia en las urnas.
El Contexto Político: Crisis Institucional y Polarización
Las elecciones legislativas y regionales de mayo se desarrollarán en un contexto marcado por la polarización política y la crisis institucional en Venezuela. La oposición enfrenta un dilema crucial: si participar en unos comicios que considera carecen de garantías podría legitimar un proceso controlado por el chavismo, mientras que la abstención podría debilitar aún más su capacidad de influir en el escenario político.
El oficialismo, por su parte, busca consolidar su hegemonía mediante estos comicios, aprovechando la fragmentación de la oposición y el control absoluto del CNE.
Un Futuro Incierto
La decisión de UNT de participar en las elecciones refleja una estrategia pragmática dentro de la oposición, aunque también evidencia las profundas divisiones que dificultan una respuesta unificada frente al régimen de Nicolás Maduro. Mientras algunos sectores ven en el voto una oportunidad para presionar por cambios democráticos, otros temen que participar en un proceso electoral sin garantías solo refuerce la narrativa oficialista.
El resultado de este debate interno será determinante para el futuro de la oposición venezolana y su capacidad para mantenerse como una fuerza relevante en el panorama político. Lo cierto es que, independientemente de la decisión final, el país sigue enfrentando enormes desafíos en su búsqueda de una salida pacífica y democrática a la crisis.