MADRID, 27 feb.- La inflación en España ha registrado un incremento de una décima en febrero, situándose en el 3 % en tasa interanual, según el dato adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este repunte se debe principalmente al encarecimiento de la electricidad, cuyos precios bajaron en el mismo mes del año anterior (2024), lo que ha generado un efecto estadístico que impacta en la comparativa.
Cinco Meses Consecutivos de Aumentos
Este incremento supone que la tasa general de inflación acumula cinco meses consecutivos al alza, desde que tocó su mínimo en septiembre de 2024, cuando se situó en el 1,5 %. El repunte gradual refleja la presión de ciertos componentes, como la energía, sobre el coste de vida de los hogares españoles.
Sin embargo, no todos los indicadores muestran la misma tendencia alcista. La inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos para ofrecer una visión más estable de la evolución de los precios, ha disminuido tres décimas en febrero, hasta el 2,1 %. Este descenso marca el segundo mes consecutivo a la baja para este indicador, lo que sugiere cierta moderación en los precios de bienes y servicios menos volátiles.
El Papel de la Electricidad
El principal factor detrás del aumento de la inflación general ha sido el comportamiento de los precios de la electricidad. En febrero de 2024, estos precios registraron una caída significativa, lo que ahora genera una base de comparación baja. Como resultado, el repunte actual responde más a un efecto estadístico que a un cambio estructural en los costes energéticos.
Este fenómeno pone de manifiesto cómo factores coyunturales pueden influir en las cifras de inflación, incluso cuando otros sectores muestran signos de estabilización o moderación.
Tendencias Contrastadas: Inflación General vs. Subyacente
El contraste entre la inflación general y la subyacente refleja dos dinámicas diferentes:
- Inflación General (3 %): Impulsada principalmente por el alza de los precios energéticos, especialmente la electricidad.
- Inflación Subyacente (2,1 %): Muestra una desaceleración, señalando una menor presión en los precios de bienes y servicios no relacionados con la energía. Este indicador es observado de cerca por el Banco Central Europeo (BCE) como referencia para sus decisiones de política monetaria.
Contexto Económico y Perspectivas
El aumento de la inflación general hasta el 3 % podría generar preocupación en un contexto donde el BCE mantiene su objetivo de mantener la inflación cercana al 2 % en el medio plazo. Sin embargo, la moderación de la inflación subyacente ofrece cierto margen de optimismo, ya que indica que los precios de los bienes y servicios básicos están mostrando una tendencia más controlada.
Además, el impacto de la inflación en los hogares dependerá de la evolución futura de los precios energéticos, que siguen siendo uno de los principales factores de incertidumbre. Los expertos señalan que cualquier cambio en los mercados internacionales de energía podría tener un efecto directo en la economía española.
Un Escenario Mixto
El repunte de la inflación general hasta el 3 % en febrero refleja la influencia de factores coyunturales, como el encarecimiento de la electricidad, mientras que la inflación subyacente muestra una tendencia más favorable, con dos meses consecutivos de descensos. Este escenario mixto pone de relieve la importancia de seguir monitoreando tanto los precios energéticos como los fundamentales de la economía para evaluar las perspectivas de crecimiento y estabilidad.
A medida que avance el año, será clave observar si esta tendencia se consolida o si nuevos factores externos vuelven a ejercer presión sobre los precios. Por ahora, el BCE y el gobierno español mantienen su enfoque en garantizar que la inflación converja hacia niveles más sostenibles sin comprometer el crecimiento económico.