BERLÍN, 24 feb.- Las elecciones legislativas en Alemania han dejado un panorama político fragmentado y polarizado. Aunque la victoria de la Unión Democristiana/Unión Social Cristiana (CDU/CSU) liderada por Friedrich Merz era ampliamente esperada, con un 28,6% de los votos a nivel nacional, el verdadero foco de atención ha sido el avance sin precedentes de la ultraderecha encarnada por Alternativa para Alemania (AfD), que obtuvo un 20,8%, consolidándose como la segunda fuerza política del país.
El resultado evidencia una fractura profunda entre la Alemania occidental y oriental, así como una sorpresa significativa en la capital, Berlín, donde la extrema izquierda (Die Linke) se alzó como la fuerza más votada.
La Fractura Este-Oeste: El Ascenso de la AfD en el Este
El mapa electoral muestra claramente cómo la ultraderecha ha conquistado la antigua Alemania del Este, mientras que los conservadores dominan en el oeste y sur del país. En estados como Brandeburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia, la AfD no solo ganó, sino que logró récords históricos. Por ejemplo:
- En Thuringia, bastión del controvertido líder ultraderechista Björn Höcke, la AfD alcanzó un impresionante 38%, casi duplicando los resultados de la CDU.
- En varios distritos electorales del este, la AfD superó el 30% del segundo voto, consolidándose como la opción preferida por amplios sectores de la población.
Este fenómeno refleja un resentimiento latente hacia Occidente, un desencanto con las políticas tradicionales y un fuerte rechazo a la inmigración, especialmente entre los jóvenes. Según analistas, el trumpismo también ha influido en esta tendencia, con mensajes antiestablishment y nacionalistas resonando profundamente en estas regiones.
Berlín: Una Isla de Extrema Izquierda en el Corazón de Alemania
En contraste con el resto del país, Berlín ofreció una sorpresa inesperada: la extrema izquierda (Die Linke) emergió como la fuerza más votada con un 19,9%, prácticamente duplicando sus resultados de 2021. Este triunfo refleja el carácter diverso y progresista de la capital alemana, donde los temas sociales y económicos, como la vivienda asequible y los derechos laborales, ocupan un lugar central.
Sin embargo, la AfD también logró avances significativos en Berlín, pasando del 9,4% al 15,2%, superando por una décima al Partido Socialdemócrata (SPD), que cayó drásticamente al 15,1%. Este descenso marca un nuevo mínimo histórico para los socialdemócratas, quienes perdieron terreno incluso en su propio territorio.
El Dominio Conservador en el Oeste y Sur
En los estados occidentales y sureños, tradicionalmente industriales y prósperos, la CDU/CSU mantuvo su hegemonía. En Renania del Norte-Westfalia, Baviera y Baden-Wurtemberg, motores económicos de Alemania, los conservadores se impusieron con claridad. No obstante, la AfD también creció considerablemente en estas regiones, subiendo casi un 10% en algunos casos.
Ciudades como Múnich, Colonia y Frankfurt votaron mayoritariamente por la CDU, mientras que en Hamburgo y Bremen, tradicionales bastiones socialdemócratas, el SPD logró resistir el embate de la derecha.
Las Declaraciones de la AfD: “Somos el Doble de Fuertes que la CDU en el Este”
La candidata a la Cancillería por la AfD, Alice Weidel, celebró el resultado como una victoria estratégica, destacando que en la Alemania oriental su partido es ahora “el doble de fuerte que la CDU”. Weidel atribuyó este éxito a lo que describió como una “campaña izquierdista de desprestigio” contra la AfD, argumentando que sus votantes han sido sistemáticamente insultados y marginados.
Por su parte, analistas señalan que el ascenso de la AfD responde a múltiples factores:
- Descontento con las élites políticas: Muchos votantes ven a los partidos tradicionales como desconectados de las preocupaciones cotidianas.
- Rechazo a la inmigración: La narrativa antiinmigración de la AfD ha resonado particularmente entre los jóvenes y las clases trabajadoras.
- Influencia trumpista: El populismo de derecha global ha encontrado eco en sectores desencantados con el establishment.
El Futuro Político de Alemania: Incertidumbre y Desafíos
A pesar de la victoria de la CDU/CSU, el panorama político alemán está lejos de ser estable. Friedrich Merz ha dejado claro que no formará coalición con la AfD, pero las diferencias ideológicas con el SPD dificultan un acuerdo viable. Además, la presencia fortalecida de la ultraderecha plantea nuevos desafíos para la democracia alemana, que deberá enfrentar intentos de polarización y radicalización.
El próximo gobierno deberá abordar urgentemente problemas como:
- La recesión económica: Alemania necesita medidas para revitalizar su maltrecha industria y recuperar el crecimiento.
- La política migratoria: Las tensiones sobre la gestión de refugiados e inmigrantes continuarán siendo un punto crítico.
- Relaciones internacionales: Con una nueva administración estadounidense liderada por Trump, Alemania enfrenta incertidumbre en su relación transatlántica y en su papel dentro de la Unión Europea.
Un País Fragmentado Busca su Rumbo
Las elecciones de 2025 han revelado una Alemania profundamente dividida. Mientras la CDU/CSU lidera desde el oeste y sur, la AfD ha consolidado su influencia en el este, y Berlín emerge como una isla de resistencia de izquierdas. Esta fragmentación refleja no solo diferencias regionales, sino también un malestar generalizado con el sistema político actual.
Para Friedrich Merz, el desafío será construir una coalición estable que pueda gobernar en medio de esta polarización. Al mismo tiempo, Alemania deberá enfrentar el reto de contener el avance de la ultraderecha sin alienar a aquellos sectores que sienten que sus voces no han sido escuchadas.
En un mundo cada vez más impredecible, el futuro de Alemania dependerá de su capacidad para reconciliar estas divisiones y mantenerse como un faro de estabilidad en Europa.