LIMA, 24 feb.- Un equipo de arqueólogos en Lima ha descubierto bajo tierra un arco de ladrillos anaranjados de cinco metros de altura que data del siglo XVI. Este hallazgo, realizado muy cerca del Palacio Presidencial, sería parte de uno de los primeros puentes que cruzaba el río Rímac y conectaba el centro histórico de Lima con el barrio de San Lázaro, una zona habitada principalmente por esclavos durante la época colonial.
El Puente: Una Entrada Vital a la Ciudad Colonial
El puente, construido durante el gobierno del virrey Andrés Hurtado de Mendoza (1556-1560), poco después de la fundación de Lima por el conquistador español Francisco Pizarro en 1535, jugó un papel fundamental en la vida cotidiana de la ciudad. Según el arqueólogo Ernesto Olazo, quien lidera las excavaciones, este puente no solo era una vía de tránsito para mercancías y personas, sino también un símbolo de importancia ceremonial.
“La entrada de los virreyes se daba por este arco que se engalanaba de forma especial y se daba una gran fiesta para recibirlos”, explicó Olazo a The Associated Press. El puente servía como acceso principal al casco histórico de Lima, donde se concentraban las principales sedes gubernamentales y religiosas de la época.
Además de los virreyes, por este puente transitaban indígenas, esclavos, frailes, viajeros y mendigos que vivían en el barrio de San Lázaro, conocido entonces por albergar un hospital para leprosos. “Toda la sociedad, todos entraban y salían por esta entrada que era prácticamente el único acceso a Lima”, destacó Olazo.
Descubrimientos Adicionales
Las excavaciones, que comenzaron hace varios meses, también han revelado otros objetos históricos de gran valor. Entre ellos se encuentran 15 monedas de plata conocidas como “macuquinas”, acuñadas en Lima mediante técnicas rudimentarias utilizando yunque y martillo. Estas monedas llevan grabados escudos reales españoles y ofrecen pistas sobre la economía colonial de la región.
Además, los investigadores encontraron vasijas utilizadas para almacenar vino y licor de maíz, lo que sugiere actividades comerciales y sociales vinculadas al puente y sus alrededores.

La Destrucción del Puente Original
El arqueólogo Olazo explicó que el puente de ladrillos original fue severamente dañado por las fuertes corrientes del río Rímac, que en esa época separaba el barrio de San Lázaro del centro histórico de Lima. Finalmente, el puente colapsó durante una crecida catastrófica en 1607. Posteriormente, en 1610, se construyó un nuevo puente de piedra en el mismo lugar, el cual aún existe hoy en día y ha sido restaurado en múltiples ocasiones.
El actual puente de piedra sigue siendo utilizado por los habitantes locales, aunque muchos desconocían la existencia del antiguo puente de ladrillos bajo sus cimientos. Isabel Quispe, una residente del antiguo barrio de San Lázaro —ahora llamado distrito del Rímac—, expresó su asombro mientras observaba a los arqueólogos limpiar el arco descubierto: “Tengo más de 50 años pasando por este puente y no sabía lo que había ahí abajo”.
Un Viaje al Pasado Histórico de Lima
Este descubrimiento subraya la riqueza histórica y cultural de Lima, una ciudad que fue el epicentro político y administrativo del Virreinato del Perú durante la época colonial. Los antiguos planos de la ciudad, algunos de los cuales tienen siglos de antigüedad, han sido fundamentales para guiar las excavaciones actuales, permitiendo a los arqueólogos reconstruir fragmentos de la historia urbana de Lima.
El hallazgo también resalta la importancia del río Rímac, que fluye desde los Andes hacia el Océano Pacífico y ha sido tanto una fuente de vida como un desafío para los habitantes de Lima a lo largo de los siglos. Durante la colonia, el río no solo separaba barrios físicamente, sino que también reflejaba divisiones sociales y económicas profundas.

Implicaciones Culturales y Turísticas
El descubrimiento del arco de ladrillos y otros artefactos históricos podría tener un impacto significativo en los esfuerzos por preservar y promover el patrimonio cultural de Lima. La gerencia municipal encargada de la recuperación del centro histórico de la ciudad busca integrar estos hallazgos en proyectos de conservación y turismo, atrayendo a visitantes interesados en la historia colonial peruana.
Este tipo de descubrimientos no solo ayuda a entender mejor el pasado de Lima, sino que también fomenta un sentido de identidad y orgullo entre los habitantes locales. Para Isabel Quispe y otros residentes del distrito del Rímac, ver los restos de una estructura tan antigua bajo un puente que usan diariamente es un recordatorio tangible de la rica historia que yace bajo sus pies.
Conexión con el Pasado
El hallazgo del puente colonial del siglo XVI es un testimonio invaluable de cómo Lima evolucionó desde su fundación como capital del Virreinato hasta convertirse en una metrópoli moderna. A medida que los arqueólogos continúan explorando el área, podrían surgir más detalles sobre la vida cotidiana, las dinámicas sociales y las infraestructuras de la época colonial.
Este descubrimiento también invita a reflexionar sobre la importancia de preservar el patrimonio histórico frente a los desafíos urbanos contemporáneos. Al conectar el presente con el pasado, Lima tiene la oportunidad de fortalecer su identidad cultural y compartir su historia con el mundo, asegurando que las generaciones futuras puedan apreciar las huellas dejadas por quienes construyeron la ciudad hace casi cinco siglos.