TORONTO (Canadá), 21 feb.- El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, no dejó pasar la oportunidad de celebrar con entusiasmo la victoria de la selección canadiense de hockey sobre hielo frente a Estados Unidos en el torneo 4 Naciones, y lo hizo de una manera que pareció ser un guiño directo al presidente estadounidense, Donald Trump. En un vídeo compartido en su cuenta de Instagram, Trudeau aparece eufórico gritando “¡Canadá, Canadá!” tras el gol decisivo del jugador Connor McDavid, que selló el marcador 3-2 en la prórroga.
Una Celebración Espontánea y Patriótica
En el vídeo, Trudeau está rodeado de aficionados en un bar, todos vestidos con jerseys del equipo canadiense. Cuando McDavid anotó el gol de la victoria, el primer ministro saltó de su asiento y se fundió en abrazos con los presentes, incluido su ministro de Inmigración, Marc Miller. El grupo estalló en cánticos espontáneos de “¡Canadá, Canadá!”, mientras Trudeau lideraba las celebraciones con una sonrisa inconfundible.
El momento no solo reflejó el orgullo nacional por el triunfo deportivo, sino también un claro mensaje dirigido a Trump, quien ha sido crítico con Canadá en múltiples ocasiones. Inmediatamente después del partido, Trudeau publicó en sus redes sociales: “No puedes arrebatarnos ni nuestro país ni nuestro deporte”, una frase cargada de simbolismo en respuesta a las provocaciones del presidente estadounidense.
La Rivalidad entre Trudeau y Trump
La relación entre Trudeau y Trump ha estado marcada por tensiones políticas y personales desde que Trump llegó a la presidencia en 2017. El magnate ha acusado repetidamente a Canadá de aprovecharse de Estados Unidos en temas comerciales y ha llegado a referirse al país como el “51º estado”, sugiriendo implícitamente que debería estar bajo la influencia estadounidense.
Recientemente, Trump incluso bromeó sobre la posibilidad de anexionar Canadá, algo que fue interpretado como una nueva provocación hacia el primer ministro canadiense. Sin embargo, Trudeau ha respondido a estas declaraciones con humor y elegancia, utilizando momentos como este para reafirmar la soberanía y el orgullo canadienses.
Trump Guarda Silencio Tras la Derrota
A diferencia de Trudeau, quien celebró públicamente la victoria, Trump no ha hecho comentarios oficiales sobre el resultado del partido. Curiosamente, antes del encuentro, el presidente estadounidense había mostrado un gran interés en el enfrentamiento, utilizando sus redes sociales para recalcar la superioridad histórica de EE.UU. en el hockey y para intentar humillar a Canadá, un país donde este deporte es considerado casi una religión.
Sin embargo, tras la derrota, Trump optó por guardar silencio, probablemente debido a su conocida aversión a asociarse con cualquier cosa que pueda percibirse como “perdedora”. Este contraste entre la reacción exuberante de Trudeau y el mutismo de Trump ha generado numerosas comparaciones y memes en redes sociales.
Un Deporte que Define Identidades
El hockey sobre hielo no es solo un deporte en Canadá; es una parte fundamental de la identidad nacional. Para muchos canadienses, esta victoria no solo representa un logro deportivo, sino también una forma de defender su cultura y orgullo frente a las provocaciones externas. La celebración de Trudeau en el bar no solo fue un gesto personal, sino también un acto político que resalta la resistencia y el carácter distintivo de Canadá.
Un Guiño Nacionalista con Humor
La reacción de Justin Trudeau al triunfo de Canadá sobre Estados Unidos en el hockey sobre hielo es un ejemplo perfecto de cómo el deporte puede trascender lo puramente competitivo para convertirse en un campo de batalla simbólico entre naciones. A través de su celebración pública y sus mensajes en redes sociales, Trudeau no solo defendió el honor de su país, sino que también respondió con humor y astucia a las provocaciones de Trump.
Mientras tanto, el silencio de Trump tras la derrota habla de su estilo característico de evitar reconocer los fracasos. Sin embargo, este episodio ha dejado claro que, cuando se trata de hockey, Canadá sigue siendo imbatible, y Trudeau no dudará en recordárselo al mundo, especialmente a su homólogo estadounidense.