CIUDAD DE PANAMÁ, 18 feb.- El Gobierno de Panamá confirmó este martes que mantiene bajo custodia temporal a 299 migrantes deportados por Estados Unidos en un hotel céntrico de la capital, el Decapolis, mientras se coordinan sus retornos a sus países de origen. Según el ministro de Seguridad panameño, Frank Ábrego, el acuerdo con EE.UU. establece que Panamá proporcionará protección temporal a los migrantes, pero serán la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) quienes gestionen su repatriación.


Condiciones Actuales de los Migrantes

Los casi 300 migrantes llegaron en tres vuelos desde la semana pasada y están siendo alojados en el hotel Decapolis, ubicado cerca de la avenida marítima de Ciudad de Panamá. Las autoridades aseguran que se les está brindando atención médica, alimentación y otras necesidades básicas durante su estadía temporal.

Sin embargo, algunos migrantes han expresado desesperación al sentirse atrapados en una situación incierta. Este martes, periodistas de EFE documentaron mensajes escritos en las ventanas del hotel, como “Help (Ayuda)” y “Save Afghan girls (Salva a las chicas afganas)”, acompañados de gestos de auxilio, como brazos cruzados o puños cerrados. Entre los migrantes hay personas de diversas nacionalidades, incluidas India, China, Uzbekistán, Irán, Vietnam, Turquía, Nepal, Pakistán, Afganistán y Sri Lanka.


Retorno Voluntario y Coordinación Internacional

De acuerdo con el ministro Ábrego, 171 migrantes aceptaron regresar voluntariamente a sus países de origen. Las autoridades de la OIM y el ACNUR han estado dialogando con ellos para garantizar su retorno seguro. Sin embargo, aún no se ha especificado cuándo ocurrirán estos traslados ni cómo se resolverán los casos de aquellos que no han aceptado su repatriación.

El proceso incluye movilizar a los migrantes desde el hotel Decapolis hacia la provincia de Darién, donde se organizarán los vuelos de retorno financiados por EE.UU. La Cancillería panameña explicó que el país actúa como un “puente” en este esquema de deportaciones masivas, facilitando pistas de aterrizaje y albergues temporales.


No Se Esperan Más Vuelos

El ministro Ábrego señaló que no se esperan más vuelos con migrantes deportados, ya que no se han acordado nuevas llegadas tras los tres aviones recibidos recientemente. Este acuerdo surgió después de la visita del secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, a Panamá, en un contexto marcado por tensiones relacionadas con amenazas del expresidente Donald Trump de “recuperar” el Canal de Panamá.


Un Rol Complicado para Panamá

La decisión de Panamá de aceptar ser un punto intermedio para las deportaciones masivas refleja la presión ejercida por EE.UU. sobre países latinoamericanos para gestionar flujos migratorios. Sin embargo, esta medida también plantea desafíos humanitarios y logísticos para el país centroamericano, que ya enfrenta una crisis migratoria significativa debido a la cantidad de personas que atraviesan la peligrosa selva del Darién en su intento por llegar a Norteamérica.

Aunque el número de migrantes que cruzan el Darién ha disminuido debido a políticas antimigratorias más estrictas en EE.UU., el caso de los deportados pone de relieve la complejidad de la cooperación internacional en materia migratoria y los dilemas éticos que enfrentan los países receptores.


Llamados de Ayuda y Preocupación Humanitaria

Las imágenes de migrantes escribiendo mensajes de auxilio en las ventanas del hotel han generado preocupación sobre su bienestar y los procedimientos utilizados para gestionar su situación. En particular, el caso de una niña afgana, vestida de blanco y con mascarilla, quien escribió “Save Afghan girls”, resalta la vulnerabilidad de algunos grupos dentro de esta población.

Activistas y organizaciones humanitarias han pedido mayor transparencia sobre las condiciones en las que se encuentran los migrantes y han instado a garantizar que sus derechos sean respetados durante todo el proceso de repatriación.


Un Desafío Regional

La situación actual subraya la creciente complejidad de la migración global y los retos que enfrentan países como Panamá al asumir roles intermediarios en acuerdos internacionales. Si bien el Gobierno panameño ha cumplido con su parte del pacto, las imágenes de desesperación en el hotel Decapolis evidencian la necesidad de abordar este fenómeno desde una perspectiva humanitaria y sostenible.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue observando cómo se desarrolla este proceso y qué implicaciones podría tener para futuras políticas migratorias en América Latina y el Caribe.

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