San Cristóbal de Las Casas (México), 17 feb.- La histórica dependencia de las remesas familiares en San Cristóbal de Las Casas, el municipio mexicano que más recibe estos ingresos, enfrenta una fuerte sacudida tras una caída del 40 % en febrero, atribuida a la incertidumbre generada por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Este desplome ha encendido las alarmas entre familias y comunidades indígenas que dependen de estos recursos para su subsistencia.
Una Caída Significativa en Febrero
Según declaraciones de Blanca Emma Elizalde, encargada de la zona en la Financiera Bienestar (Finabien) del Gobierno, la disminución en la recepción de remesas en este mes es evidente. “En este mes de febrero estamos viendo que sí se ha reducido y se está reduciendo más, pues estamos hablando ahorita de un 40 %“, señaló Elizalde en entrevista con EFE.
San Cristóbal de Las Casas es el epicentro de las remesas en México, recibiendo casi 950 millones de dólares del récord histórico de 64.745 millones de dólares que el país captó en 2024, según datos del Banco de México (Banxico). Además, el estado de Chiapas, donde se encuentra esta localidad, lidera a nivel nacional en términos de impacto económico de las remesas, que representan casi el 16 % del PIB estatal, superando a cualquier otro estado del país.
La Desaceleración Nacional y el Contexto Político
Aunque las remesas han sido un pilar clave de la economía mexicana durante más de una década, con incrementos sostenidos incluyendo un alza del 2,3 % en 2024, marzo marcó el fin de una racha de 46 meses consecutivos de crecimiento interanual. Solo en diciembre, las remesas retrocedieron un 4,9 % interanual, alcanzando los 5.228 millones de dólares, la cifra más baja de los últimos nueve meses.
Este retroceso ocurre en medio de preocupaciones por posibles medidas impulsadas por Trump, como deportaciones masivas y un impuesto del 10 % a los envíos de dinero desde Estados Unidos. Investigadores de la Universidad de Guadalajara advierten que dichas políticas podrían causar pérdidas de hasta 13.000 millones de dólares anuales en remesas hacia México, afectando gravemente a comunidades vulnerables.
El Impacto en Familias y Comunidades
Para familias como la de Fernando Gómez, artesano de San Cristóbal de Las Casas, la disminución de las remesas ya comienza a sentirse en sectores clave de la economía local. “Mientras menos dinero venga de allá (Estados Unidos), probablemente menos producción vamos a tener, no solo en el ámbar (artesanía), sino en todos los aspectos, en cuestión de restaurantes, servicios, siempre va a afectar”, explicó Gómez.
Además, la amenaza de deportaciones masivas preocupa especialmente porque los mexicanos conforman cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, y sus remesas representan casi el 4 % del PIB nacional. Muchos migrantes adquirieron deudas significativas con traficantes de personas para cruzar de manera irregular, con intereses que oscilan entre el 20 % y 25 %.
“Es preocupante para algunos de nosotros que tenemos familiares allá, apenas se fueron y, si los rechazan, ¿cómo van a pagar esa deuda tan grande? (270.000 pesos o 13.000 dólares más intereses)”, añadió Gómez, reflejando la angustia compartida por miles de familias en situación similar.
Las Mujeres Indígenas: Las Más Vulnerables
La incertidumbre también golpea duramente a las mujeres indígenas, quienes tradicionalmente administran las remesas familiares para comprar alimentos, granos y materiales de construcción. Elena Santiz, una joven de la etnia tzeltal, relató a EFE cómo la inquietud por las deportaciones afecta a su comunidad.
“(Hay) algo de miedo por las deportaciones que está haciendo el gobernante de ahí, me dice (mi familiar) que no hay deportaciones donde está él, pero tiene miedo, y están en peligro”, comentó Santiz, quien utiliza el dinero enviado por sus familiares para comprar maíz, frijol, azúcar y materiales de construcción. Para estas mujeres, la disminución de las remesas significa no solo una pérdida económica, sino también un aumento en la vulnerabilidad alimentaria y habitacional.
Un Futuro Incierto
La combinación de factores como el posible impuesto a remesas, las deportaciones masivas y la desaceleración económica en Estados Unidos genera una tormenta perfecta para comunidades como San Cristóbal de Las Casas. Las familias, especialmente las indígenas, enfrentan un futuro incierto, donde la falta de ingresos podría profundizar la pobreza y limitar el acceso a bienes básicos.
Mientras tanto, el gobierno mexicano y organizaciones sociales buscan alternativas para mitigar el impacto de estas políticas en las comunidades más afectadas. Sin embargo, la realidad actual deja claro que las remesas no solo son un motor económico, sino también un salvavidas para millones de familias que dependen de ellas para sobrevivir.
Conclusión: Un Llamado a la Acción
La caída de las remesas en San Cristóbal de Las Casas subraya la fragilidad de una economía que depende en gran medida de estos flujos financieros. Con el regreso de Trump y las posibles medidas restrictivas, el llamado es a buscar soluciones urgentes para proteger a las comunidades más vulnerables y diversificar las fuentes de ingresos locales. De lo contrario, el impacto podría ser devastador no solo para Chiapas, sino para todo México.