WASHINGTON, 4 Feb.- Estados Unidos envió este martes el primer vuelo con migrantes arrestados en territorio estadounidense hacia un centro de detención en la Base Militar de Guantánamo, Cuba, en el marco de una nueva estrategia del gobierno de Donald Trump para endurecer las deportaciones masivas.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la operación y afirmó que “ya no permitiremos que EE.UU. sea un vertedero de criminales ilegales de naciones de todo el mundo”.

El gobierno de Trump ha intensificado su retórica contra los más de 11 millones de migrantes indocumentados en el país, tildándolos de “criminales” y prometiendo ejecutar el mayor proceso de deportación en la historia de Estados Unidos.

En las primeras semanas de esta ofensiva, más de 3.000 personas han sido detenidas en redadas llevadas a cabo en diversas ciudades del país, una cifra aún distante de las expulsiones masivas que Trump había prometido.

Para facilitar estas deportaciones, el presidente ordenó la ampliación de la capacidad de detención en la base naval de Guantánamo, permitiendo albergar hasta 30.000 migrantes. El Pentágono ya ha desplegado más de 150 militares, incluidos Infantes de Marina y efectivos del Comando Sur, responsables de operaciones en Latinoamérica, para gestionar estas instalaciones.

Al firmar la orden ejecutiva que amplía la capacidad de detención en Guantánamo, Trump justificó la medida afirmando que busca “detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que representan una amenaza para el pueblo estadounidense”.

Sin embargo, expertos legales y organizaciones de derechos humanos han criticado la iniciativa. Bajo la legislación de EE.UU., la presencia de migrantes indocumentados en el país es una falta civil, no criminal, lo que contradice la justificación del gobierno para estas detenciones masivas. Además, estudios, como una investigación de la Universidad de Stanford que analiza datos desde la década de los 60, han demostrado que los migrantes tienen menos probabilidades de cometer crímenes que las personas nacidas en EE.UU.

La nueva política ha generado controversia tanto a nivel nacional como internacional, con organizaciones humanitarias exigiendo explicaciones sobre el trato a los migrantes en la base de Guantánamo. Entretanto, el gobierno de Trump sigue adelante con su estrategia, advirtiendo que habrá más vuelos en los próximos días.

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