Oświęcim, Polonia, 27 enero.- La conmemoración del 80º aniversario de la liberación de Auschwitz, realizada el lunes, reunió a pocos de los sobrevivientes del campo de exterminio nazi, marcando probablemente la última oportunidad para que muchos de ellos participaran en una ceremonia significativa en el lugar. Tova Friedman, de 86 años, quien tenía apenas 6 años cuando fue liberada en 1945, viajó desde Nueva Jersey para advertir sobre el creciente odio y antisemitismo en el mundo. “El mundo se ha vuelto tóxico”, dijo, destacando el peligro de que esta hostilidad pueda desencadenar una nueva catástrofe.
Auschwitz, donde fueron asesinadas alrededor de 1,1 millones de personas, se mantiene como un recordatorio del genocidio nazi. En su mayoría, las víctimas fueron judíos, pero también hubo polacos, gitanos, prisioneros de guerra soviéticos y otros perseguidos por la ideología nazi. Entre los asistentes a la ceremonia estuvo el presidente polaco Andrzej Duda, quien destacó que Polonia es hoy la guardiana de la memoria histórica del Holocausto.
Líderes de todo el mundo, incluidos el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se unieron a los actos de conmemoración. En un acto simbólico, Zelenskyy también rindió homenaje en Babyn Yar, Ucrania, donde miles de judíos fueron ejecutados durante la ocupación nazi.
Este año, se ha decidido que solo los sobrevivientes hablaran en la ceremonia, reflejando la avanzada edad de los últimos testigos del Holocausto. En el evento también estuvo presente Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial, quien advirtió sobre la persistencia del antisemitismo a nivel global.
Mientras tanto, en Argentina, el presidente Javier Milei también señaló el resurgimiento del odio y el antisemitismo, haciendo un llamado a combatir estas ideologías peligrosas en un acto celebrado en el Museo del Holocausto en Buenos Aires.