El cambio climático podría causar la muerte de 2,3 millones de personas en Europa para finales de siglo

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Madrid, 27 ene.- Un nuevo estudio de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres advierte que las temperaturas extremas, en particular el calor, podrían provocar la muerte de hasta 2,3 millones de personas en Europa para finales de siglo si no se toman medidas significativas para reducir las emisiones de carbono y adaptarse a las condiciones climáticas más cálidas.

El estudio, que simuló diversos escenarios climáticos y analizó las tasas de mortalidad en 854 ciudades europeas, revela que, aunque las bajas temperaturas matan actualmente más personas que el calor, las muertes por frío disminuirán con el tiempo, mientras que las muertes por calor aumentarán de forma alarmante. A menos que los países implementen medidas de adaptación, como la instalación de aire acondicionado y centros de enfriamiento, y reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, regiones como Italia, el sur de España y Grecia verán un aumento significativo en las muertes relacionadas con el calor.

El autor principal del estudio, Pierre Masselot, epidemiólogo ambiental, destacó que incluso en los escenarios más optimistas, con una drástica reducción en las emisiones de CO2 y mejoras en la adaptación, habrá un aumento neto en las muertes por temperatura. A medida que las regiones del norte se benefician de un alivio en las muertes por frío, el sur, especialmente el Mediterráneo, sufrirá un incremento notable en los fallecimientos debido al calor extremo.

Impacto regional y escenarios futuros

Malta, en el centro del Mediterráneo, podría experimentar un aumento de 269 muertes por cada 100,000 habitantes para finales de siglo, mientras que Irlanda vería una leve disminución. Las ciudades mediterráneas como Barcelona, Roma y Nápoles podrían registrar un aumento drástico de muertes, con hasta 250,000 fallecimientos adicionales en Barcelona en el peor escenario.

Si no se toman medidas significativas, el cambio climático podría generar un exceso de más de 5,8 millones de muertes por calor, aunque también reduciría en 3,5 millones las muertes relacionadas con el frío.

Necesidad urgente de adaptación

El estudio subraya que Europa necesita una adaptación urgente para hacer frente a las altas temperaturas, con medidas como la instalación de aire acondicionado central, la creación de más áreas verdes y la construcción de centros de enfriamiento. En contraste, América del Norte, con un mayor acceso a sistemas de refrigeración, podría no experimentar un aumento tan pronunciado en las muertes debido al calor.

Además, la población envejecida de Europa hace que sea más vulnerable a las olas de calor, ya que los mayores son los más afectados por las temperaturas extremas, especialmente en lugares sin aire acondicionado.

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