SEVILLA, 14 enero.- El fútbol español atraviesa momentos de gran conmoción tras la detención de Kike Salas, defensor del Sevilla FC, quien está siendo investigado por su presunta vinculación con una trama de apuestas ilegales. La Policía Nacional lo llevó este martes a declarar en el marco de una investigación que intenta esclarecer si Salas favoreció económicamente a su entorno al realizar movimientos durante distintos partidos para alterar los resultados de manera intencionada.

Según el diario El Confidencial, un juzgado de Morón de la Frontera (Sevilla) investiga al jugador de 22 años por un supuesto delito de estafa relacionado con la acumulación de tarjetas amarillas en varios partidos de La Liga. El jugador, que ha sido amonestado en numerosas ocasiones durante la temporada 2023-24, es sospechoso de haber pactado con personas cercanas a él para forzar amonestaciones en momentos clave de los encuentros, lo que permitiría a sus asociados realizar apuestas con conocimiento previo del resultado.

Las autoridades no descartan que otros individuos ligados al futbolista pudieran estar involucrados en esta trama. La investigación, dirigida por una unidad especializada de la Policía Nacional contra las apuestas ilegales, se centra en partidos de la fase final de la última temporada de La Liga, en la que el Sevilla FC no tenía objetivos deportivos relevantes.

Durante este periodo, Salas acumuló un total de 10 tarjetas amarillas, de las cuales 7 fueron obtenidas en las últimas 9 jornadas. Su comportamiento en esos encuentros, especialmente en los minutos finales de los partidos, ha generado sospechas, ya que las tarjetas fueron mostradas en circunstancias que parecían estar relacionadas con situaciones polémicas.

El jugador, quien surgió de la cantera del Sevilla, fue trasladado a la comisaría local para declarar y luego puesto en libertad, aunque sigue siendo investigado. La sospecha de amaño surgió luego de una denuncia presentada por una casa de apuestas. Aunque el Sevilla FC confía en la presunción de inocencia de su jugador, la situación ha generado incertidumbre en el club y entre los seguidores del equipo.

En caso de confirmarse el delito de estafa, Salas podría enfrentarse a una condena de entre seis meses y tres años de prisión. El defensor renovó su contrato con el Sevilla FC hasta 2029 el pasado diciembre y ha sido una pieza clave del equipo en la temporada actual, aunque en los últimos días han circulado rumores sobre un posible traspaso a un club italiano.

El Sevilla FC, al enterarse de la noticia, confió en que la investigación no tendrá mayores consecuencias y destacó que la cantidad apostada en relación con el supuesto amaño es relativamente baja. Las autoridades siguen con la investigación para esclarecer todos los detalles de este caso.

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