Sheinbaum defiende la presencia de México en la investidura de Maduro

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Ciudad de México, 6 Ene.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, justificó este lunes la decisión de enviar un representante de su Gobierno a la investidura de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela el próximo viernes, argumentando que “le corresponde a las y los venezolanos, no a México, definir” quién los gobierna.

“La postura está en la Constitución: la autodeterminación de los pueblos”, afirmó Sheinbaum durante su conferencia matutina.

Cambio de postura hacia Venezuela

Sheinbaum, quien asumió la presidencia el 1 de octubre, defendió su reconocimiento de la reelección de Maduro, cuestionada por gobiernos como los de Estados Unidos y la Unión Europea. Esto marca un aparente cambio de postura, ya que en julio, durante la transición de su Gobierno, había pedido “transparencia” en las actas y la votación de las elecciones venezolanas.

El embajador mexicano en Venezuela, Leopoldo de Gyves, será quien represente al Gobierno de México en la ceremonia. Esta decisión es la primera ocasión en que el país reconoce oficialmente el nuevo mandato de Maduro, que ha sido rechazado por diversas organizaciones internacionales y países que consideran al líder opositor Edmundo González Urrutia como el verdadero ganador de las elecciones del 28 de julio.

Contexto internacional

El anuncio ocurre en medio de la gira internacional de González Urrutia, quien busca apoyo frente a la reelección de Maduro. Durante el fin de semana, el líder opositor venezolano se reunió con los presidentes Javier Milei de Argentina y Luis Lacalle Pou de Uruguay. Este lunes, espera encontrarse con el presidente estadounidense Joe Biden en Washington.

La decisión de México de enviar representación a la investidura también se alinea con la postura “imparcial” que Sheinbaum declaró en octubre sobre la crisis poselectoral en Venezuela, marcando una diferencia con su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.

El respaldo de México a la autodeterminación de Venezuela contrasta con la presión internacional liderada por Estados Unidos y Europa para no reconocer la reelección de Maduro, lo que coloca al Gobierno de Sheinbaum en el centro de un debate diplomático clave en la región.

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