Toronto (Canadá), 21 de diciembre. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, realizó este viernes una amplia remodelación de su gabinete con el nombramiento de ocho nuevos ministros y la redistribución de competencias en otros cuatro, en medio de una grave crisis política desatada tras la inesperada dimisión de la viceprimera ministra Chrystia Freeland el pasado lunes.

Entre los cambios más destacados está el nombramiento de David McGuinty como ministro de Seguridad Pública y la incorporación de dos diputadas de Quebec, Rachel Bendayan y Élisabeth Brière, como ministras de Lenguajes Oficiales y Hacienda, respectivamente. Las modificaciones buscan fortalecer el apoyo en Ontario y Quebec, provincias clave para el Partido Liberal de cara a las elecciones generales de octubre.

La salida de Freeland y el intento fallido de atraer a Carney

La salida de Freeland, quien también era ministra de Finanzas, estuvo motivada por la intención de Trudeau de incorporar al exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, Mark Carney, al gabinete. Sin embargo, pese a meses de negociaciones, Carney no formará parte del nuevo Gobierno, lo que añade incertidumbre al liderazgo de Trudeau.

Anita Anand, actual ministra de Transportes, asumirá además competencias en Comercio Nacional, mientras el gabinete busca estabilizarse frente a las tensiones internas del Partido Liberal, donde crece el descontento hacia Trudeau.

Crisis parlamentaria y moción de censura

La remodelación del gabinete coincide con un nuevo desafío político: el Nuevo Partido Democrático (NPD), aliado parlamentario del gobierno en minoría, anunció que presentará una moción de censura para forzar elecciones anticipadas. Sin el respaldo del NPD, Trudeau enfrenta un panorama complicado para mantenerse en el poder.

A pesar de la magnitud de los cambios, Trudeau optó por no dar declaraciones tras la ceremonia de nombramiento de los nuevos ministros, limitando sus apariciones públicas desde la renuncia de Freeland.

Rumbo incierto

Con su popularidad en declive, Trudeau apuesta por reforzar su gabinete en un intento de recuperar la confianza de su partido y del electorado. Sin embargo, la moción de censura y las divisiones internas colocan al primer ministro en una situación precaria mientras se avecinan meses decisivos para su liderazgo y para el futuro político de Canadá.

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