MAMOUDZOU, Mayotte, 18 Dic.- Cuatro días después del paso del ciclón más fuerte en azotar el territorio francés de Mayotte en casi un siglo, los sobrevivientes se agolpaban en las pocas fuentes de agua y electricidad en funcionamiento para compartir sus testimonios sobre el horror vivido. La tormenta, que tomó por sorpresa a muchos residentes, dejó a la isla en un estado de devastación total.
El ciclón Chido, con vientos que superaron los 220 km/h, arrasó vecindarios enteros, causando grandes daños en la infraestructura y dejando a la población atrapada en la desesperación. Las autoridades francesas han confirmado al menos 31 muertos, aunque se teme que el balance de víctimas ascienda a cientos debido a la costumbre local de enterrar a los fallecidos rápidamente, lo que ha dificultado la contabilización exacta.
“Vivimos algo muy apocalíptico”, relató Samuel Anli, un residente de 28 años, quien se resguardó en una oficina mientras la tormenta arrasaba con todo a su paso. “Pensamos que si duraba una o dos horas más, todos moriríamos”, dijo Anli, quien sufrió daños en su casa y tuvo tres familiares heridos por escombros lanzados por el viento.
Los esfuerzos de rescate continúan, mientras miembros del ejército y del personal de emergencia trabajan en la remoción de escombros, incluidos los restos de las palmas caídas, que obstaculizan las carreteras. La situación en Mamoudzou es caótica, con las calles llenas de desechos y las necesidades básicas como agua y alimentos siendo prioritarias para los residentes. El servicio de telecomunicaciones sigue siendo intermitente, complicando aún más la situación.
El gobierno francés ha desplegado efectivos de gendarmería para resguardar los centros de distribución de alimentos y garantizar el orden ante la aglomeración de personas en busca de suministros. Además, más de 8.800 personas se encuentran en albergues de emergencia.
El ministro de Ultramar, François-Noël Buffet, informó que el sistema de suministro de agua funciona al 50%, con un alto riesgo de contaminación. En el área de salud, el hospital de Mayotte sufrió graves daños, y se espera que un hospital temporal inicie operaciones en los próximos días. Mientras tanto, se están distribuyendo toneladas de ayuda, y un barco de la Marina francesa llegará el jueves con más suministros.
El presidente francés, Emmanuel Macron, viajará a Mayotte para conocer de cerca la magnitud de la tragedia y supervisar las labores de ayuda. El país ha mostrado una notable solidaridad con la isla, recaudando 5 millones de euros en un programa televisivo para apoyar a los afectados.
Mayotte, un territorio francés en el océano Índico, es una de las regiones más pobres del país y ha sido históricamente un punto de destino para migrantes que buscan llegar a Europa. La tragedia de este ciclón ha dejado a la isla en un estado de emergencia, con un futuro incierto para miles de sus habitantes.