Berlín, 16 dic. – Este lunes, Alemania y Francia estrenaron un servicio directo de tren de alta velocidad entre Berlín y París, una iniciativa que refuerza su histórica relación y subraya el compromiso europeo con el transporte sostenible. El nuevo tren ICE de Deutsche Bahn conecta ambas capitales en aproximadamente ocho horas, ofreciendo comodidad más que velocidad, pero marcando un paso adelante en la mejora de los servicios ferroviarios transfronterizos.
Detalles del servicio
El tren Berlín-París opera una vez al día, con paradas en Fráncfort, Karlsruhe y Estrasburgo, ciudad que alberga una de las sedes del Parlamento Europeo. El tren hacia París llega antes de las 8 p.m., mientras que el que regresa a Berlín lo hace poco después de las 6 p.m.
Además, existe un tren nocturno más lento entre ambas capitales, operado tres veces por semana por la empresa austriaca ÖBB, que desde el año pasado busca revitalizar los trenes nocturnos en Europa tras su declive en la última década.
El lanzamiento coincide con la reorganización anual de horarios ferroviarios en Europa, que incluye también una nueva conexión de alta velocidad entre Múnich y Ámsterdam, con un tiempo de viaje de siete horas.
Retos y oportunidades para Deutsche Bahn
El estreno del tren llega en un momento en que Deutsche Bahn enfrenta críticas por la falta de puntualidad de sus trenes de larga distancia, con solo un 60% de ellos llegando a tiempo en noviembre. La operadora alemana busca alcanzar una puntualidad superior al 75% para 2027, apoyándose en un ambicioso plan de modernización de la infraestructura ferroviaria.
Un ejemplo de estos esfuerzos es la reciente reapertura del tramo Fráncfort-Mannheim tras cinco meses de trabajos para renovar vías y estaciones.
Un símbolo de unidad franco-alemana
El alcalde de Berlín, Kai Wegner, celebró la nueva conexión como “un buen símbolo de la amistad franco-alemana”. Por su parte, el ministro de Transporte alemán, Volker Wissing, destacó que la iniciativa no solo amplía la oferta ferroviaria, sino que fomenta los viajes sostenibles en Europa y fortalece los lazos entre los dos países más poblados y con mayores economías de la Unión Europea.
“La movilidad dentro de Europa es clave, y conexiones como esta nos permiten vivir la amistad franco-alemana mientras se avanza hacia un transporte más ecológico y eficiente”, afirmó Wissing.