NANTUCKET, Massachusetts, EE.UU., 30 nov.- El presidente Joe Biden celebró su última festividad del Día de Acción de Gracias como mandatario en la isla de Nantucket, una tradición familiar que este año parece marcar su despedida del cargo. A sus 82 años, Biden pasaba sus últimos días de descanso en un escenario pintoresco, rodeado por las casas de tejas de madera y las playas adornadas con conchas marinas que caracterizan este destino exclusivo en Massachusetts.

Este 2024, sus cuatro años en la Casa Blanca han quedado enmarcados por la constante presencia de su rival político, el republicano Donald Trump, cuyas nominaciones a su gabinete, amenazas de aranceles y ostentosos eventos en Mar-a-Lago han dominado la atención pública desde las elecciones de noviembre. En julio, Biden se retiró de la contienda presidencial, cediendo la candidatura demócrata a la vicepresidenta Kamala Harris, quien finalmente perdió frente a Trump en las urnas.

Durante su estancia en Nantucket, Biden continuaba enfrentando preguntas sobre su legado político. Planeaba regresar a Washington el sábado y luego partir hacia Angola al día siguiente para su única visita a África como presidente.

En las calles empedradas de Nantucket, mientras Biden paseaba con su familia, transeúntes se acercaban para mostrar su apoyo, gritándole: “Te queremos, Joe”. Acompañado de su hija Ashley, su hijo Hunter y su nieto de 4 años, Beau, Biden mostró un rostro relajado en sus últimos días en la isla.

El presidente ha sido crítico con Trump durante el último año, especialmente por las falsas afirmaciones del expresidente sobre la respuesta del gobierno a los huracanes y las preocupaciones sobre cómo la administración de Trump podría afectar las democracias y alianzas internacionales. Sin embargo, al ser cuestionado sobre por qué estaba agradecido en este Día de Acción de Gracias, Biden expresó su gratitud por una “transición pacífica de la presidencia”.

Biden también mencionó estar agradecido por su familia, el alto al fuego entre Israel y Hezbollah en Líbano y las perspectivas de progreso en Oriente Medio. En cuanto a la política interna, sugirió que los márgenes de poder ajustados para los republicanos en el próximo Congreso forzarían a Trump a una “verdadera concertación” si desea avanzar en su agenda.

El presidente también expresó su esperanza de que Trump reconsiderara sus amenazas de imponer aranceles a México y Canadá, destacando la importancia de mantener relaciones comerciales sólidas con estos aliados cercanos. “Lo último que necesitamos es comenzar a estropear esas relaciones”, señaló Biden.

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