Pekín, 28 oct.- La empresa tecnológica estadounidense Intel anunció este lunes una importante expansión de su planta de empaquetado y pruebas en Chengdu, en la provincia de Sichuan, con el objetivo de reafirmar su compromiso con el mercado chino en medio de recientes críticas por presuntas vulnerabilidades en sus procesadores. Esta medida busca fortalecer su posición en un país clave para sus ingresos y responder a la creciente demanda de chips eficientes en el ámbito de la computación en la nube y el análisis de big data.

La noticia se dio a conocer a través de un comunicado publicado en Weibo, la popular red social china similar a X, plataforma censurada en el país. Intel informó que esta ampliación permitirá añadir capacidades de empaquetado para chips de servidores y establecer un nuevo centro de soluciones al cliente, consolidando su operación en el dinámico mercado chino.

Wang Rui, presidenta de Intel China, destacó la importancia de la política de apertura de China y su enfoque en el desarrollo de alta calidad, señalando que son aspectos “esenciales para el crecimiento sostenible de la compañía”. Wang, quien también es vicepresidenta de la compañía, reiteró el compromiso de Intel de “arraigarse en China” para satisfacer las demandas de digitalización y sostenibilidad en el país.

La planta de Chengdu, activa desde 2003, es un eslabón vital en la cadena de suministro global de Intel, y la empresa enfatiza su participación en el ecosistema y desarrollo local, lo que subraya su interés en el oeste de China. Intel, que lleva casi 40 años operando en el país, afirmó que esta expansión refleja su confianza en el desarrollo económico de esta región y ayudará a optimizar su eficiencia operativa a largo plazo.

El anuncio llega dos semanas después de que la Asociación China de Seguridad del Ciberespacio señalara “vulnerabilidades” y “fallos recurrentes” en los procesadores de Intel, generando inquietud sobre la seguridad de los sistemas que emplean sus productos en el país. En respuesta, Intel subrayó en Weibo su compromiso de cumplir con las regulaciones chinas y mantener la calidad de sus productos, afirmando que continuará trabajando con clientes y autoridades locales para garantizar la seguridad y eficacia de sus procesadores.

Según la Asociación, el mercado chino representa aproximadamente el 25% de los ingresos globales de Intel, destacándose en los segmentos de ordenadores de escritorio y portátiles. La expansión en Chengdu refuerza la apuesta de Intel por mantener su relevancia en uno de sus mercados más estratégicos, a la vez que responde a las exigencias de ciberseguridad que marcan el panorama actual en China.

Publicidad