Una escuela argentina es reconocida como la mejor del mundo en colaboración comunitaria

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Buenos Aires, 24 oct.- El Colegio María de Guadalupe, ubicado en un barrio popular de la provincia de Buenos Aires, ha sido galardonado como la mejor escuela del mundo en la categoría de Colaboración Comunitaria en los prestigiosos premios World’s Best School. Este reconocimiento destaca la labor inclusiva y transformadora que esta institución ha desarrollado en su comunidad local y su impacto positivo en el futuro de cientos de niños.

Un colorido mural que reza “Esta es la mejor escuela del mundo porque es a la que venís vos” saluda a los 700 estudiantes que acuden cada día al colegio, ubicado en el barrio Las Tunas, en Tigre, donde residen más de 40.000 personas. Para muchos de los niños, el trayecto hasta la escuela se realiza a pie o en bicicleta por las calles de tierra que serpentean por la comunidad.

A simple vista, el colegio parece uno más, con aulas adornadas con imágenes de héroes argentinos, una pequeña cancha de fútbol y una huerta. Sin embargo, su enfoque integral ha marcado la diferencia, permitiéndole destacarse a nivel internacional. A pesar de que más del 60 % de sus estudiantes vive en condiciones de precariedad habitacional y casi el 50 % en hacinamiento, sus resultados académicos se asemejan a los de algunas de las mejores escuelas privadas de la capital argentina.

Un proyecto educativo transformador

La filosofía del Colegio María de Guadalupe se basa en preparar a los jóvenes para que, al finalizar sus estudios, puedan escoger un proyecto de vida propio. “Buscamos que los alumnos no solo se formen académicamente, sino que adquieran herramientas para enfrentar sus desafíos futuros”, explica Malu Diez, directora de desarrollo institucional de la escuela. Aunque es una institución privada, la escuela recibe subsidios del gobierno provincial y apoyo de empresas y organizaciones civiles, lo que permite mantener una cuota accesible para las familias.

Entre los programas más destacados se encuentran los de orientación vocacional e inclusión laboral, que incluyen tanto capacitación como la creación de vínculos con empresas y universidades. Estos programas han sido clave para que el 43 % de los graduados trabaje y el 44 % continúe con sus estudios.

Impacto comunitario

El alcance de la escuela va más allá de lo académico, tal como señala Luis Arocha, director ejecutivo del colegio. “Muchos estudiantes logran alcanzar niveles educativos y profesionales que sus familias no imaginaron, y esto eleva el nivel sociocultural de toda la comunidad”. La misión de la escuela es transformar el barrio, un objetivo que persiguen involucrando a todos los actores del proceso educativo: alumnos, familias, docentes, psicólogos, trabajadores sociales y donantes, quienes conforman la “comunidad” que impulsa el éxito del proyecto.

El reconocimiento mundial obtenido por el colegio no solo enorgullece a la comunidad educativa, sino que también abre puertas para colaborar con otras instituciones y replicar su modelo en otras regiones de Argentina.

Un orgullo para Argentina

El premio World’s Best School coloca a Argentina en el centro de la escena educativa global. Para Arocha, este reconocimiento es una oportunidad para fomentar el diálogo y la colaboración en el país. “Si la educación mejora, la sociedad, la democracia y la prosperidad del país también lo harán”, reflexiona. La esperanza es que este galardón inspire a otras instituciones a replicar el éxito de María de Guadalupe y que sirva como catalizador para un trabajo colaborativo que beneficie a todo el país.

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