Asunción, 8 sep.- Paraguay, que en 2023 registró 3.552 denuncias de abuso sexual infantil, un promedio alarmante de 10 casos por día, busca endurecer las penas para los responsables de este delito, imponiendo hasta 28 años de prisión. Esta sería la segunda pena más alta del sistema judicial paraguayo y una de las mayores en toda la región, según afirmó el ministro de la Niñez y la Adolescencia, Walter Gutiérrez.
En una entrevista con EFE, Gutiérrez describió este delito como una “pandemia” que afecta tanto a Paraguay como a otros países. Para enfrentarlo, el Gobierno ha impulsado un proyecto de ley que actualmente se discute en el Congreso. La propuesta modifica los artículos 128 y 135 del Código Penal y ya ha recibido media sanción en el Senado, pasando ahora a la Cámara de Diputados.
El ministro recordó que las penas para abusadores infantiles han sido tradicionalmente bajas en Paraguay, e incluso menores que las que se aplicaban por delitos como el hurto de ganado. Aunque hubo incrementos en 2008 y 2017, estos cambios no han logrado frenar la incidencia del abuso sexual infantil.
Una respuesta estatal ante una problemática creciente
El endurecimiento de las penas se ha convertido en un tema clave tras varios casos recientes de abuso que resultaron en la muerte de menores. “Estamos trabajando en este proyecto de ley que busca aumentar las penas contra los abusadores de niños a un tope de 28 años”, señaló Gutiérrez, subrayando la importancia de la medida como una fuerte señal del Estado en la lucha contra este delito.
La propuesta original planteaba equiparar el abuso sexual infantil al homicidio doloso, que en Paraguay puede conllevar una pena de hasta 30 años. Sin embargo, para mantener el principio de proporcionalidad en el sistema penal, se acordó establecer la pena máxima en 28 años más medidas de seguridad.
A pesar de este enfoque punitivo, Gutiérrez reconoció que el aumento de penas por sí solo no resolverá el problema. “No es la única solución”, dijo, destacando la importancia de la prevención y la educación en la erradicación de este delito.
Comparación con otros países y el estado actual en Paraguay
Actualmente, la pena máxima por abuso sexual infantil en Paraguay puede alcanzar los 20 años. El proyecto de ley también busca aumentar las penas para casos menos graves, elevando el mínimo de 4 a 5 años y el máximo de 12 a 15 años.
Si se aprueba la ley, Paraguay tendría una de las penas más severas de la región. En México, tras un decreto promulgado en abril pasado, la sanción por abuso sexual contra menores de 15 años se elevó a 30 años de prisión, mientras que en Perú, los responsables de violación sexual en agravio de menores enfrentan cadena perpetua.
Estadísticas alarmantes
En cuanto a la prevalencia del delito, Gutiérrez reveló que en 2022 se alcanzó un pico de denuncias con 3.794 casos, lo que representó un promedio de un abuso sexual infantil casi cada dos horas. En 2023, las denuncias sumaron 3.552, equivalente a 10 casos por día. En los primeros seis meses de este año, ya se han reportado 1.840 casos, lo que sugiere que la cifra podría rondar los 3.100 casos para fin de año.
El Gobierno paraguayo, por tanto, enfrenta el desafío de frenar esta “pandemia” social a través de un enfoque integral que combine castigos más severos con estrategias preventivas y educativas.