Jerusalén, 13 agosto.- Esta mañana, aproximadamente 1.400 colonos judíos ingresaron en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el tercer sitio más sagrado del islam, desatando una nueva ola de tensión en la región. La incursión ha puesto en riesgo los esfuerzos de mediación para un alto el fuego en Gaza y ha provocado una condena internacional.
Catar, uno de los principales mediadores en el conflicto, advirtió que la entrada de los colonos pone en peligro las negociaciones para un alto el fuego, que se han visto afectadas desde el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán atribuido a Israel. Jordania y Egipto, también actores clave en las negociaciones, se unieron en la condena del incidente.
Los colonos, que ingresaron en grupos de 100 escoltados por la Policía, aumentaron la tensión con los fieles musulmanes presentes. El acceso se permitió en el contexto de la festividad judía de Tisha b’Av, que conmemora la destrucción de los Primer y Segundo Templo hace 2.000 años. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, estuvo entre los presentes, lo que intensificó las críticas de la población palestina.
Ben Gvir, conocido por sus posiciones ultraderechistas, utilizó la ocasión para reafirmar el derecho de los judíos a orar en el lugar, una declaración que fue desautorizada por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien afirmó que el evento era una excepción al “statu quo” y que no reflejaba la política oficial de Israel.
La Explanada de las Mezquitas, conocida por los judíos como el Monte del Templo, es un sitio de profunda controversia. Mientras que el Gran Rabinato de Israel prohíbe a los judíos rezar allí, el lugar sigue siendo objeto de tensiones religiosas y políticas.
La irrupción de los colonos coincide con una ofensiva diplomática internacional para lograr un acuerdo de alto el fuego en Gaza, donde la situación humanitaria es crítica. Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia han instado a Israel y Hamás a cerrar un acuerdo de alto el fuego y han advertido a Irán sobre posibles represalias.
La reciente muerte de Haniyeh ha complicado aún más las negociaciones, con Hamás rechazando participar en la nueva ronda de conversaciones y exigiendo la implementación de un borrador de tregua propuesto por Estados Unidos en mayo.
El conflicto ha causado hasta ahora la muerte de casi 40.000 personas y ha dejado a 92.240 heridos en Gaza, con gran parte del territorio devastado y los civiles enfrentando condiciones extremas en áreas humanitarias cada vez más reducidas, como Mawasi, cerca de Jan Yunis. La situación continúa siendo crítica, y la comunidad internacional se mantiene atenta a los desarrollos de las negociaciones de alto el fuego.