Caracas, Venezuela, 9 de agosto de 2024 — La desaparición de Edni López, una profesora de ciencias políticas y poeta venezolana de 33 años, ha arrojado una sombra sobre el clima de represión que domina Venezuela tras las disputadas elecciones presidenciales del 28 de julio. López, quien se preparaba para viajar a Argentina, fue vista por última vez en el aeropuerto de Caracas el domingo, donde reportó un problema con su pasaporte.
En un mensaje a su novio, López expresó preocupación por un posible error en el sistema que había llevado a las autoridades migratorias a confiscar su pasaporte, temiendo que esto pudiera causar problemas. Desde entonces, su paradero ha sido un misterio. Su madre, Ninoska Barrios, y amigos comenzaron una desesperada búsqueda en centros de detención y finalmente descubrieron que López estaba retenida e incomunicada por la policía de inteligencia militar, enfrentando cargos desconocidos y sin acceso a un abogado ni a su familia.
La detención de López se inscribe en una ola de represión que ha golpeado a Venezuela tras las elecciones. Más de 2.000 personas han sido detenidas por manifestarse contra el presidente Nicolás Maduro o cuestionar su victoria en las elecciones, mientras que al menos 24 personas han muerto en la represión, según el grupo de derechos humanos Provea. Este incremento en las detenciones ha superado ampliamente las cifras de campañas de represión anteriores.
La represión ha afectado a una amplia gama de personas, incluyendo periodistas, líderes políticos, personal de campaña, y abogados que defendían a manifestantes. Algunas personas han visto sus pasaportes anulados al intentar salir del país, y activistas han transmitido en vivo sus detenciones por parte de agentes de inteligencia.
“Están ingresando a mi hogar de forma arbitraria. Sin ninguna orden de allanamiento”, denunció María Oropeza, una activista, en una transmisión en vivo antes de que su transmisión se interrumpiera abruptamente. La represión parece estar diseñada para infundir miedo, con muchas personas temiendo incluso salir a la calle por miedo a ser arrestadas.
La situación se ha visto agravada por la postura de Maduro, quien ha instado a los ciudadanos a denunciar a quienes cuestionen los resultados electorales a través de una aplicación gubernamental y ha anunciado el reacondicionamiento de prisiones para alojar a los manifestantes.
María Corina Machado, una destacada figura opositora, ha pedido moderación a sus seguidores, sugiriendo que la organización y la comunicación con aliados internacionales son esenciales para enfrentar la represión. Sin embargo, la rapidez y la intensidad de la represión parecen estar teniendo un impacto paralizante en la sociedad.
La desaparición de López ha despertado comparaciones con las tácticas represivas de las dictaduras militares en América Latina en las décadas de 1970. Aunque los abusos actuales no han alcanzado el nivel de violencia de esas épocas, el objetivo de sembrar el miedo y controlar a la población es similar.
Edni López, reconocida por su trabajo humanitario y no vinculada a ningún movimiento político, había sido destacada por su labor en comunidades desfavorecidas y fue homenajeada como una de las “100 mujeres protagonistas” de Venezuela por la embajada holandesa en Caracas. Sus amigos y familiares, incluyendo a Cristina Ramírez, quien compró un pasaje para que López pudiera visitar Argentina, están profundamente preocupados por su bienestar y esperan con ansias su liberación.
El caso de Edni López sigue sin resolverse mientras el clima de temor y represión continúa afectando a Venezuela.