La Estrategia de Fuga de Carles Puigdemont: Un “Muro Humano”, Sombreros de Paja y una Huida en Coche

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Barcelona, 9 de agosto de 2024 – Carles Puigdemont, expresidente catalán huido de España en 2017 tras declarar unilateralmente la independencia de Cataluña, protagonizó una nueva y audaz fuga el pasado jueves, logrando burlar a la policía autonómica catalana, los Mossos d’Esquadra. El incidente, que ha desencadenado una tormenta política en España, ocurrió en plena luz del día durante un acto separatista en Barcelona.

El jueves, Puigdemont había anunciado que asistiría al Parlamento regional para participar en el pleno de investidura del socialista Salvador Illa, quien se convertiría en el primer presidente de Cataluña no soberanista en cerca de 15 años. Sin embargo, unas maniobras cuidadosamente orquestadas permitieron al exmandatario esquivar la orden de detención que pesa sobre él por malversación de fondos públicos, un delito que no está cubierto por la reciente ley de Amnistía aprobada en España.

Puigdemont, rodeado por sus seguidores, subió al escenario visiblemente nervioso, pronunciando un breve discurso de poco más de cuatro minutos antes de despedirse con un ambiguo “no sé cuándo volveremos a vernos”. Acto seguido, se adentró en una comitiva de altos cargos de su entorno, entre ellos Jordi Turull, presidente del Parlamento regional y segunda autoridad de Cataluña, quienes habían renunciado a sus escoltas esa misma mañana.

Según el comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, la policía no tenía información operativa ni pistas sobre la llegada de Puigdemont a territorio español, y los agentes desplegados en la zona lo vieron al mismo tiempo que los ciudadanos que seguían el acto por televisión. Al intentar acercarse a Puigdemont, los agentes se encontraron con “una masa de personas” que formó un “muro humano”, bloqueando su paso.

Aprovechando el caos, Puigdemont se deslizó hacia una carpa cercana, donde él y Turull se colocaron sombreros de paja para camuflarse entre los organizadores del evento. Desde allí, se dirigieron rápidamente a un coche blanco, propiedad de un mosso d’esquadra, que llevaba una silla de ruedas en el asiento del copiloto, lo que le permitía pasar desapercibido como un vehículo de discapacitados con permiso para estacionar en una zona privilegiada.

El coche, un Honda blanco, emprendió una fuga a toda velocidad, seguido por los Mossos d’Esquadra. Sin embargo, una conducción zigzagueante y un semáforo en rojo dieron al expresidente catalán los minutos necesarios para asegurarse la huida, dejando a los agentes sin posibilidad de continuar la persecución.

Este episodio ha generado críticas hacia la actuación de los Mossos d’Esquadra y ha dejado al expresidente catalán, una vez más, en paradero desconocido, desatando una nueva crisis política en España.

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