Guayaquil, 25 sep.- Los ecuatorianos acudirán a las urnas el próximo 16 de noviembre para decidir en referéndum si se conforma una Asamblea Constituyente que reemplace la Constitución vigente desde el mandato de Rafael Correa (2007-2017). La consulta fue autorizada este miércoles por la Corte Constitucional, que dio luz verde a la iniciativa del presidente Daniel Noboa tras verificar que cumplía con los parámetros legales.
El alto tribunal señaló que su papel no es evaluar la conveniencia de convocar a una Constituyente, sino garantizar que el proceso respete los principios democráticos. “Eso debe decidirlo exclusiva y responsablemente el pueblo”, indicó en un comunicado, en el que subrayó que un proceso constituyente es “un acto de gran responsabilidad histórica en un país donde las constituciones han sido modificadas con frecuencia”.
Pugna institucional
Noboa, reelegido en 2025 para un mandato completo (2025-2029), había hecho de la Constituyente una de sus promesas de campaña. Aunque inicialmente dejó en pausa el plan tras obtener control parlamentario frente al correísmo, lo retomó luego de un choque con la misma Corte Constitucional.
El mandatario llegó a convocar por decreto la consulta sin dictamen judicial, lo que generó demandas de inconstitucionalidad y la suspensión temporal del proceso. Posteriormente corrigió el procedimiento y obtuvo la aprobación de los magistrados. “El Foro de la Democracia pedirá que se pregunte al VAR si fue gol”, ironizó Noboa en la red X tras el fallo favorable.
Composición y funcionamiento
Según los cambios introducidos, la Asamblea Constituyente estará conformada por 80 asambleístas:
- 24 de circunscripción nacional,
- 50 en representación de las provincias (uno por provincia más uno adicional por cada 471.000 habitantes censados),
- 6 representantes del exterior, elegidos mediante listas cerradas.
El órgano tendrá un mandato inicial de 180 días, prorrogable una sola vez por hasta 60 días. Su instalación será automática diez días después de la proclamación oficial de resultados, y estará presidida temporalmente por los tres candidatos más votados.
La nueva Constitución que surja deberá ser sometida nuevamente a la ciudadanía mediante referéndum, requiriendo mayoría simple para su aprobación.