OTTAWA, 4 de mayo.- El líder conservador Pierre Poilievre ha criticado repetidamente al gobierno liberal por profundizar la dependencia económica de Canadá respecto a Estados Unidos. Sin embargo, expertos en ciencias políticas y económicas señalan que esta relación no es exclusivamente el resultado de las políticas liberales recientes, sino parte de una tendencia histórica de integración económica continental que comenzó hace casi cuatro décadas.
El Argumento de Poilievre: Una “Década Liberal Perdida”
Durante la campaña electoral federal, Poilievre acusó al gobierno del ex primer ministro Justin Trudeau de fallar en impulsar proyectos de recursos clave, lo que permitió que la energía canadiense se vendiera a descuento en el mercado estadounidense. Según Poilievre, esto provocó la pérdida de miles de millones de dólares en inversión extranjera, principalmente a manos de empresas estadounidenses.
“Es un poco tonto culpar a Trudeau por la dependencia económica de Canadá de Estados Unidos porque ha sido un ‘proyecto bipartidista’ desde fines de la década de 1980”, afirmó Blayne Haggart, profesor de ciencias políticas en la Universidad Brock.
Haggart explicó que la integración económica con Estados Unidos comenzó bajo el gobierno conservador progresista de Brian Mulroney, quien buscó un acuerdo de libre comercio con Washington para asegurar un acceso más estable a los mercados estadounidenses. Este acuerdo, firmado en 1988, sentó las bases para la posterior creación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora conocido como el T-MEC, que incluye a México.
Una Tendencia Bipartidista de Integración Económica
La integración económica entre Canadá y Estados Unidos ha sido impulsada tanto por gobiernos liberales como conservadores durante décadas. Expertos como Greg Anderson, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Alberta, coinciden en que Poilievre tiene algunas críticas válidas sobre el historial del gobierno liberal en materia de crecimiento económico. Sin embargo, también destacan que la dependencia económica de Canadá hacia su vecino del sur es resultado de decisiones estratégicas tomadas por ambos partidos políticos.
“Realmente parecía que durante un tiempo Canadá no lograba construir nada”, señaló Anderson, refiriéndose a los retrasos en proyectos de infraestructura clave, como oleoductos y vías férreas, que podrían haber diversificado las opciones comerciales de Canadá.
Presiones Trump y la Revisión de la Relación Económica
La presidencia de Donald Trump marcó un punto de inflexión en las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos. Los aranceles impuestos por Trump a productos canadienses y sus comentarios sobre la posible anexión de partes de Canadá reavivaron el interés en reducir la dependencia del mercado estadounidense. Esto llevó a debates sobre la necesidad de invertir en una economía local más robusta y garantizar un flujo eficiente de energía dentro de Canadá.
Ambos partidos, liberales y conservadores, prometieron durante la campaña electoral impulsar infraestructuras que faciliten el transporte de recursos hacia mercados internacionales y regionales. Sin embargo, según Anderson, estas promesas enfrentan desafíos significativos:
- Barreras comerciales interprovinciales: A pesar de décadas de intentos, eliminar las barreras comerciales entre provincias sigue siendo una tarea difícil.
- Dominio del mercado estadounidense: La magnitud del mercado estadounidense ha hecho que sea difícil para Canadá buscar alternativas viables.
“La magnitud de este gigantesco mercado de consumo ha sido realmente un desafío”, afirmó Anderson.
Críticas al Gobierno Liberal: ¿Falta de Previsión?
Haggart criticó al gobierno de Trudeau por no haber anticipado las tensiones comerciales generadas por la administración Trump como una señal de que la dependencia de Estados Unidos se estaba volviendo más riesgosa. Según él, aunque Trudeau no hizo grandes movimientos para diversificar las relaciones comerciales, tampoco se escucharon voces fuertes dentro del Partido Conservador en ese momento.
“Durante los últimos cuatro años, prácticamente todo el mundo estaba dormido al volante”, declaró Haggart.
El Desafío de Diversificar el Comercio
Diversificar el comercio y reducir la dependencia de Estados Unidos ha resultado ser extremadamente difícil. Canadá exporta una amplia variedad de productos, desde madera y productos agrícolas hasta potasa, energía y automóviles, principalmente hacia el sur. Romper esta dinámica requiere inversiones masivas en infraestructura y en la construcción de nuevas relaciones comerciales con otros países.
Sin embargo, según Haggart, hacerlo será costoso y requerirá tomar “decisiones difíciles”. Aunque parece haber un renovado apetito entre los canadienses para abordar estos desafíos, aún queda por verse si el país está dispuesto a asumir los costos asociados.
Conclusión: Un Futuro Incierto
El debate sobre la dependencia económica de Canadá hacia Estados Unidos refleja tensiones entre la integración histórica y la necesidad de diversificación en un mundo cada vez más impredecible. Aunque Poilievre tiene puntos válidos sobre la gestión económica del gobierno liberal, expertos señalan que esta dependencia es el resultado de decisiones bipartidistas acumuladas a lo largo de décadas.
“Va a ser muy costoso hacer lo que se debe hacer para reforzar la economía a medida que el aliado más cercano de Canadá se vuelve cada vez más impredecible”, concluyó Haggart.
El futuro dependerá de si Canadá puede superar sus divisiones internas y tomar medidas decisivas para fortalecer su economía frente a las incertidumbres globales.
