Madrid, 6 feb.- Después de diez años, la Fuente de Cibeles de Madrid, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, está siendo sometida a un exhaustivo proceso de revisión para determinar si necesita alguna intervención. Los primeros estudios, realizados por un equipo de restauradores, apuntan a que el paso del tiempo no ha afectado gravemente a la estructura, aunque el diagnóstico final se conocerá en aproximadamente 14 semanas.
Durante estos primeros estudios, que han tenido un coste de 15.800 euros, se ha realizado un análisis minucioso de los componentes de la fuente, que incluye la estatua de Cibeles, su carro, y las figuras de Atalanta e Hipómenes, así como los leones. Este monumento, culminado en 1782 y obra de los escultores Francisco Gutiérrez y Roberto Michel, volverá a llenarse hoy con los 279 litros de agua del vaso principal, mientras los restauradores continúan su trabajo de observación.
Uno de los restauradores, Aimar Morán, ha destacado la importancia de la tecnología avanzada en la restauración, permitiendo una mejor conservación del patrimonio cultural de la ciudad. Según Morán, aunque hay algunos daños mínimos, como la pérdida de volumen de una de las garras de un león, no es un daño significativo, especialmente en comparación con el robo de una de las manos de la estatua en 2002.
La delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, ha explicado que el principal enemigo de la fuente es el agua, debido a su constante exposición a la contaminación y las gramíneas. Sin embargo, ha asegurado que no hay signos que indiquen la necesidad de una restauración inmediata, y ha tranquilizado a los madrileños, incluidos los seguidores del Real Madrid, que puedan sentirse preocupados por el estado de este símbolo de la ciudad.
La revisión forma parte de un plan de conservación más amplio para asegurar que los monumentos más representativos de Madrid se mantengan en perfecto estado, como ocurrió anteriormente con la restauración de la fuente de Neptuno.