Washington D.C. (EE.UU.), 16 ago.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, generó horas de confusión al malinterpretar una pregunta relacionada con la celebración de nuevas elecciones en Venezuela, lo que llevó a muchos a pensar que apoyaba la repetición de los comicios en el país sudamericano.
El incidente ocurrió cuando Biden, antes de abordar el helicóptero presidencial Marine One, fue abordado por la prensa. Una periodista le preguntó si respaldaba la convocatoria de nuevas elecciones en Venezuela, y el mandatario respondió con un simple: “Sí, lo hago”, sin proporcionar más detalles.
La respuesta inmediata del presidente provocó especulaciones y debate sobre un posible cambio en la política estadounidense hacia Venezuela. Sin embargo, unas horas después, un portavoz de la Casa Blanca aclaró que Biden se refería a lo “absurdo” de que Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, no haya publicado las actas de votación de las elecciones del 28 de julio, en las que el oficialismo proclamó la reelección de Maduro.
El portavoz subrayó que la posición de Washington sigue siendo que el verdadero ganador de los comicios fue el opositor Edmundo González Urrutia. Este incidente subraya la tensión que persiste en torno a la legitimidad de las elecciones en Venezuela y la postura crítica de Estados Unidos hacia el régimen de Maduro.
El debate sobre la repetición de las elecciones en Venezuela ha cobrado fuerza recientemente, especialmente después de que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sugiriera en una entrevista la posibilidad de organizar nuevos comicios o formar un gobierno de coalición que incluya tanto a chavistas como a opositores.
Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, propuso una solución inspirada en el “frente nacional” que existió en Colombia en el siglo XX, en el que liberales y conservadores se turnaban el poder. Esta idea también apunta hacia una posible coalición como un paso transitorio para resolver la crisis en Venezuela.
Estos movimientos se enmarcan en los esfuerzos diplomáticos que varios países de la región, incluidos Brasil, Colombia y México, están llevando a cabo para encontrar una solución a la crisis venezolana, con el respaldo de Estados Unidos.