Caracas, 30 julio.- Al menos 749 personas han sido detenidas en Venezuela en las últimas horas tras las numerosas protestas registradas en varias regiones del país contra el resultado electoral del domingo, que ratificó a Nicolás Maduro como presidente reelecto.
El fiscal general, Tarek William Saab, ofreció este martes un balance sobre la actuación de los cuerpos de seguridad en el marco de estas manifestaciones, que también dejaron 48 policías y militares heridos, así como la muerte de un miembro de la Fuerza Armada “producto de los disparos ocasionados por estos manifestantes” en el estado Aragua.
Saab no mencionó las lesiones sufridas por los manifestantes, quienes fueron repelidos con gases lacrimógenos y perdigones usados por la fuerza pública, según constató EFE en Caracas.
Las protestas, que se intensificaron tras el anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmando la victoria de Maduro con el 51.2% de los votos frente al 44.2% de Edmundo González Urrutia, han generado un ambiente de tensión y confrontación en varias ciudades del país.
En Caracas, las manifestaciones comenzaron después del mediodía y se extendieron por varias zonas de la capital, mientras que en otras regiones también se reportaron movilizaciones y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
La oposición mayoritaria, liderada por María Corina Machado, ha ratificado la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia, y ha denunciado un “robo electoral” por parte del régimen de Maduro. Machado ha convocado a los ciudadanos a continuar con las protestas pacíficas y ha instado a la comunidad internacional a no reconocer los resultados oficiales del CNE.
El gobierno de Maduro, por su parte, ha acusado a la oposición de fomentar la violencia y ha justificado las acciones de los cuerpos de seguridad como medidas necesarias para restablecer el orden. Maduro también ha denunciado la injerencia de países extranjeros en los asuntos internos de Venezuela y ha exigido el retiro de sus representantes diplomáticos del país.
La situación en Venezuela sigue siendo tensa y volátil, con un número creciente de detenidos y heridos, y un clima de incertidumbre sobre el futuro político del país.