Washington, 7 de octubre.– Las propuestas de demócratas y republicanos para aprobar un financiamiento provisional volvieron a fracasar este lunes, prolongando el cierre del Gobierno federal que ya afecta a más de 1,3 millones de empleados públicos en todo el país. Con una votación de 52 a favor y 42 en contra, el proyecto republicano fue rechazado, al igual que la propuesta demócrata presentada minutos antes, ya que ninguna alcanzó los 60 votos necesarios para su aprobación.

Se trata de la quinta votación fallida desde el inicio del cierre. Los republicanos se negaron nuevamente a respaldar la propuesta demócrata, que buscaba extender el subsidio del programa Obamacare, cuyo financiamiento vence este año. La administración de Donald Trump ha sostenido, sin pruebas, que dicho programa beneficia a migrantes indocumentados, lo que ha generado una fuerte disputa ideológica en el Congreso.

El proyecto republicano contó con el respaldo de los senadores demócratas Catherine Cortez Masto y John Fetterman, además del independiente Angus King, pero ese apoyo no bastó para llegar al umbral requerido. Por su parte, el republicano Rand Paul fue el único miembro de su bancada que votó en contra de su propio partido.

Tras el nuevo fracaso legislativo, el cierre del Gobierno se extiende un día más, dejando a más de 700.000 empleados federales suspendidos de sus funciones y a otros 700.000 trabajando sin recibir salario. El presidente Trump aseguró desde la Casa Blanca que “podrían suceder cosas buenas”, insinuando posibles negociaciones para desbloquear el financiamiento de la asistencia médica.

No obstante, líderes demócratas como Chuck Schumer aclararon que no existen conversaciones formales con la Casa Blanca, aunque reiteraron su disposición a negociar “siempre que se garantice la estabilidad de los servicios públicos”.

Mientras tanto, las consecuencias del cierre comienzan a sentirse con mayor fuerza: el Departamento del Tesoro advirtió sobre problemas en el tráfico aéreo debido a la ausencia de controladores que han dejado de presentarse a trabajar, y no descarta que más empleados federales recurran a bajas por enfermedad si la crisis se prolonga.

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