Nueva York, 23 sep.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reapareció este martes en la Asamblea General de la ONU con un discurso cargado de críticas a las Naciones Unidas y con fuertes advertencias sobre el reconocimiento internacional del Estado palestino, que calificó como “un premio para los terroristas de Hamas”.
El mandatario destacó los logros de su administración en materia económica, asegurando que ha reducido los costes energéticos, controlado la inflación y atraído inversiones récord. Según sus datos, en apenas ocho meses se habrían comprometido y entregado 17 billones de dólares en capital extranjero, muy por encima de los niveles heredados de la gestión de Joe Biden. También presumió de que los mercados bursátiles alcanzaron cifras récord en 48 ocasiones recientes y que los salarios crecen “a un ritmo inédito en 60 años”.
Trump aseguró que Estados Unidos vive “la época dorada” y sostuvo que es actualmente “el mejor país del mundo para hacer negocios”. Además, defendió su política de control fronterizo, asegurando que “la cifra de extranjeros admitidos ilegalmente ha sido cero en los últimos cuatro meses”.
En materia internacional, el presidente pidió el fin de la guerra en Gaza y exigió que se detenga la “matanza en Ucrania”. Afirmó haber negociado la finalización de siete conflictos armados en distintos puntos del mundo, incluidos Kosovo, Ruanda y el Congo, criticando a la ONU por “no haber hecho absolutamente nada” en esos procesos de paz.
En tono desafiante, Trump remarcó: “Estoy construyendo la economía estadounidense más brillante de la historia del mundo. Ya sucedió antes, pero ahora lo estoy haciendo aún mejor. Las cifras alcanzan y superan récords”.
El mandatario también se refirió al narcotráfico en el Caribe, donde aseguró que su gobierno ha detenido cargamentos de droga por vía marítima y declaró como organizaciones terroristas a varios cárteles, incluido el Tren de Aragua, al que describió como “enemigo de toda la humanidad”.
Con esta intervención, Trump marcó su regreso al escenario internacional tras seis años de ausencia en la ONU, defendiendo una vez más su doctrina de “Estados Unidos primero” frente a un auditorio dividido entre aplausos, críticas y escepticismo.