Georgetown, 7 sep.- El presidente de Guyana, Irfaan Ali, asumió este domingo su segundo mandato tras ser declarado oficialmente ganador de las elecciones de la semana pasada, en un momento en que la nación sudamericana experimenta un notable crecimiento por la producción de petróleo y gas en alta mar.
La Comisión Electoral de Guyana certificó la victoria de Ali el sábado, asegurando que había obtenido una “victoria rotunda”, mientras que su Partido Progresista del Pueblo logró la mayoría en el Parlamento con 36 de los 65 escaños.
Situada entre Brasil, Venezuela y Surinam, Guyana ha captado la atención internacional por sus vastas reservas de petróleo offshore descubiertas hace una década, así como por su riqueza mineral. La región de Essequibo, administrada por Guyana pero reclamada por Venezuela, continúa siendo un foco de tensión diplomática.
Promesas de desarrollo y bienestar social
En su discurso tras asumir el cargo, Ali, de 45 años, prometió unir al país y expandir la economía a través de un desarrollo acelerado, destacando que continuará con los programas sociales destinados a “construir más prosperidad en cada familia y en cada hogar”.
El mandatario ha supervisado proyectos de infraestructura como hospitales y carreteras. Entre sus promesas destacan: ofrecer matrícula universitaria gratuita, aumentar el salario mínimo mensual, duplicar las pensiones a 500 dólares para mayores de 65 años y reducir a la mitad las facturas de electricidad para el próximo año.
Ali se enfrentó en las elecciones a Azruddin Mohamed, empresario sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por presunta corrupción pública, junto con su padre y su empresa exportadora de oro.
El Departamento de Estado de EE.UU. felicitó al presidente Ali, señalando su disposición a colaborar con el gobierno guyanés en temas de seguridad energética, política exterior y el apoyo a la soberanía e integridad territorial, especialmente en la región de Essequibo.