Israel y Hamás acuerdan un alto el fuego histórico impulsado por Donald Trump que incluye liberación de rehenes, retirada parcial israelí y reconstrucción de Gaza

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El Cairo, 9 Oct.— Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo histórico de alto el fuego que pone fin a dos años de guerra devastadora en Gaza y establece un marco para la liberación de los rehenes restantes a cambio de prisioneros palestinos, la retirada gradual del Ejército israelí y la reconstrucción internacional del enclave, bajo la mediación del presidente estadounidense Donald Trump.

El pacto, negociado durante semanas en Egipto con la participación de Catar, Turquía y Estados Unidos, fue recibido con alivio, emoción y cautela tanto en Israel como en los territorios palestinos. Sin embargo, aún persisten interrogantes cruciales: si Hamás se desarmará completamente, quién administrará Gaza y cómo se garantizará la seguridad en la región tras el cese de hostilidades.

Dos años de destrucción y sufrimiento

La guerra comenzó el 7 de octubre de 2023, tras un ataque de Hamás que dejó 1.200 israelíes muertos y 251 rehenes. Desde entonces, más de 67.000 palestinos han perdido la vida y 170.000 han resultado heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Naciones Unidas considera estas cifras como las más fiables, destacando que alrededor de la mitad de las víctimas son mujeres y niños.

El conflicto no solo devastó a Gaza —reduciéndola a ruinas y provocando una crisis humanitaria sin precedentes— sino que también desestabilizó toda la región, generando enfrentamientos en Líbano, Siria y Yemen, además de protestas globales y acusaciones de crímenes de guerra que Israel rechaza.

La alegría contenida en Gaza y la euforia en Israel

En la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza, la población celebró con lágrimas y esperanza. “Estoy feliz e infeliz. Perdimos seres queridos, amigos y nuestras casas”, expresó Mohammad Al-Farra, uno de los desplazados. “Las áreas a las que regresamos son inhabitables, pero al menos tenemos una oportunidad para reconstruir”.

En Tel Aviv, en cambio, las celebraciones fueron eufóricas. Las familias de los rehenes restantes descorcharon champán y lloraron de alegría tras el anuncio del acuerdo. “Han sido dos años de horror”, dijo Sharon Canot, una residente de Jerusalén. “Hoy, por fin, vemos una luz”.

Los detalles del acuerdo: liberaciones, retirada y reconstrucción

Según fuentes de Egipto y Hamás, el acuerdo —que será aprobado formalmente en el Parlamento israelí y firmado en El Cairo— establece una retirada progresiva del Ejército israelí hacia nuevas posiciones dentro de Gaza, con un mapa operativo y una lista de prisioneros a liberar.

El intercambio de rehenes y prisioneros comenzará el lunes próximo, aunque algunos funcionarios sugieren que podría iniciarse el domingo por la noche. Hamás liberará a todos los rehenes israelíes vivos, unos 20 de los 48 que permanecen cautivos, mientras que Israel liberará a centenares de prisioneros palestinos, cuya lista será publicada con 24 horas de antelación para permitir objeciones de las víctimas de sus ataques.

Además, se reabrirán cinco cruces fronterizos, incluido el de Rafah, permitiendo la entrada inicial de 400 camiones de ayuda humanitaria diarios, cifra que aumentará a 600 en los días siguientes.

El plan, diseñado por Trump y su equipo, prevé también que Estados Unidos lidere un esfuerzo de reconstrucción masiva financiado por una coalición internacional, mientras que una fuerza multinacional árabe-musulmana —con participación de Turquía, Egipto y Qatar— garantizará la seguridad del enclave.

La posición israelí: alivio y preocupación

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocará a su Gabinete de Seguridad para aprobar formalmente el alto el fuego y la liberación de prisioneros. “Los rehenes volverán a casa el lunes”, aseguró Trump en un video difundido por el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick.

Sin embargo, dentro del Gobierno israelí hay resistencias políticas. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, expresó “emociones encontradas”: celebró el regreso de los cautivos, pero advirtió que liberar prisioneros “podría permitir el surgimiento de una nueva generación de líderes terroristas”.

El papel de Egipto y Turquía

El presidente egipcio Abdel-Fattah el-Sissi se reunió en El Cairo con el enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el asesor Jared Kushner, y confirmó que la firma del acuerdo se celebrará en una ceremonia especial en Egipto.

Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció que su país participará en la fuerza especial de supervisión del acuerdo: “Queremos garantizar que la paz se cumpla sobre el terreno”, declaró.

Un posible punto de inflexión para la región

Aunque el plan de Trump mantendrá una presencia militar israelí limitada (53% del enclave) y no define claramente un Estado palestino, sí contempla un rol futuro para la Autoridad Palestina, que deberá someterse a una reforma estructural profunda antes de asumir responsabilidades en Gaza.

El acuerdo, de consolidarse, podría marcar el comienzo del fin del conflicto más prolongado del siglo XXI. “Queremos volver a casa”, dijo Alaa Abd Rabbo, desplazado gazatí. “Este es el día que hemos estado esperando”.

Mientras tanto, familias israelíes y palestinas —de ambos lados del muro— comparten un mismo sentimiento: el deseo de que esta tregua sea duradera y que nunca más vuelva a repetirse la tragedia de los últimos dos años.

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