Los Ángeles (EE.UU.), 5 de octubre (EFE).— Dos empresarios radicados en Miami, Arick Komarczyk e Irazmar Carbajal, fueron acusados por el FBI de participar en un supuesto esquema de lavado de dinero relacionado con los hijos del presidente venezolano Nicolás Maduro, según reveló este sábado la cadena FOX News.

De acuerdo con la investigación federal, ambos hombres habrían abierto cuentas bancarias en Estados Unidos para canalizar fondos procedentes de empresas y particulares en Venezuela, presuntamente pertenecientes a familiares directos del mandatario venezolano y otros allegados al régimen de Caracas.

El FBI detalló que las operaciones financieras bajo sospecha se remontan a 2019, cuando las autoridades comenzaron a seguir los movimientos de Komarczyk y Carbajal. Tres años después, una operación encubierta permitió confirmar que ambos habían acordado transferir 100.000 dólares, dinero que los investigadores creen pertenecía a funcionarios venezolanos sancionados por Estados Unidos.

Según la agencia federal, los acusados lograron ingresar cerca de 25.000 dólares en territorio estadounidense, utilizando una compleja red internacional de lavado de dinero que involucraba a varios países latinoamericanos y europeos.

Acusaciones formales y detenciones

El pasado 25 de septiembre, un gran jurado federal en Miami imputó a Arick Komarczyk por lavado de dinero y conspiración para realizar transferencias sin licencia, mientras que Irazmar Carbajal, de nacionalidad uruguaya, enfrenta cargos por conspiración para transferencias no autorizadas.

Carbajal fue detenido durante un vuelo de deportación procedente de República Dominicana, que hizo escala en Estados Unidos, según confirmó el FBI. En cambio, Komarczyk permanece prófugo y las autoridades creen que se encuentra actualmente en Venezuela, bajo la protección del régimen de Maduro.

“Salvavidas criminal” para el régimen de Maduro

El director del FBI, Kash Patel, aseguró en declaraciones a FOX que las tramas financieras como esta constituyen “salvavidas criminales del régimen de Maduro”, permitiendo a su entorno mantener acceso a divisas internacionales a pesar de las sanciones impuestas por Washington.

Maduro es un corrupto y un dictador narcoterrorista. Estados Unidos no será un refugio seguro para su dinero ni el de sus cómplices”, enfatizó Patel, agregando que la agencia continuará “siguiendo la pista del dinero sucio que sostiene a las dictaduras”.

Reacción política en Florida

La noticia coincide con una nueva ofensiva política en el Senado estadounidense. Los senadores republicanos Rick Scott y Ashley Moody, ambos de Florida, presentaron esta semana dos proyectos de ley: uno para duplicar la recompensa por la captura de Nicolás Maduro a 100 millones de dólares, y otro para prohibir negocios con empresas que mantengan vínculos con su gobierno.

Ambos legisladores sostienen que “la corrupción chavista y el narcotráfico venezolano representan una amenaza directa a la seguridad nacional de Estados Unidos”, e instaron a la administración federal a “mantener la presión hasta que los responsables enfrenten la justicia”.

Contexto regional

El caso se suma a una serie de investigaciones abiertas por las autoridades estadounidenses contra funcionarios y empresarios del entorno chavista, acusados de participar en operaciones de lavado, sobornos y desvío de fondos públicos. Entre ellos, destacan procesos relacionados con PDVSA, la Banca Andorrana y empresas de importación ficticias utilizadas para el desvío de recursos del Estado venezolano.

Con estas nuevas acusaciones, el FBI refuerza su ofensiva contra la red financiera internacional del chavismo, que durante años ha utilizado estructuras bancarias en América, Europa y Medio Oriente para ocultar y mover fortunas ligadas al poder en Caracas.

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