Montreal, 2 oct (Hispanic Post).- El plan del ministro de Inmigración, Francización e Integración de Quebec, Jean-François Roberge, de reducir de manera significativa la inmigración permanente y temporal en la provincia ha provocado un fuerte rechazo de empresarios, sindicatos, universidades y organizaciones comunitarias, que advierten sobre graves consecuencias económicas y sociales.

La consulta pública iniciada el 1 de octubre en la Asamblea Nacional plantea tres escenarios de reducción: 45.000, 35.000 o 25.000 inmigrantes permanentes por año hasta 2029, en contraste con los 66.000 que se recibirán a finales de 2024. En paralelo, se prevé una disminución del 13 % en inmigración temporal, incluyendo estudiantes internacionales y trabajadores extranjeros.

Está claro que vamos hacia una reducción”, afirmó Roberge en una entrevista con Radio-Canada. El ministro justificó su postura en la presión que, según él, ejerce la inmigración sobre la vivienda, la educación y los servicios públicos, en especial en Montreal. “Trabajo para todos los quebequenses: empresarios, empleados, docentes y familias que necesitan un lugar donde vivir”, declaró.

Rechazo desde todos los frentes

La Federación de Cámaras de Comercio de Quebec (FCCQ) y la Federación Canadiense de la Empresa Independiente (FCEI) advirtieron que los recortes “agravarán las dificultades de contratación” y limitarán el crecimiento económico. Por su parte, el Consejo del Patronato de Quebec (CPQ) y Fabricantes y Exportadores de Quebec (MEQ) sugieren mantener un umbral de 70.000 inmigrantes permanentes anuales, cifra superior a la actual.

La Federación de Trabajadores y Trabajadoras de Quebec (FTQ) calificó los escenarios como “radicales” y denunció que podrían alargar plazos de reunificación familiar y agravar tensiones sociales. La Confederación de Sindicatos Nacionales (CSN) incluso propuso aumentar temporalmente el número de admisiones para procesar solicitudes pendientes.

Las universidades también se sumaron a las críticas. La Universidad Laval advirtió que la reducción de inmigrantes temporales “frenará la llegada y retención de talentos altamente calificados, especialmente en regiones con déficit demográfico y económico”.

La Mesa de Concertación de Organismos al Servicio de Personas Refugiadas e Inmigrantes (TCRI) consideró que la visión del ministro es “restrictiva” y que corre el riesgo de privar a la sociedad quebequense de aportes esenciales de la inmigración.

Próximos pasos

El gobierno tiene hasta el 6 de noviembre para presentar su plan oficial de inmigración, tras finalizar la consulta el 30 de octubre. Hasta ahora, se han recibido 140 informes de organizaciones y expertos, un récord en este tipo de ejercicios.

Roberge insiste en que “nada está decidido” y asegura que escuchará los argumentos presentados durante las audiencias. Sin embargo, su declaración de que la “capacidad de acogida de Quebec ha sido superada” deja entrever que el camino está trazado hacia una reducción significativa.

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