Washington, 7 Sep.- El Gobierno del presidente Donald Trump ha decidido deportar a Kilmar Ábrego García, un salvadoreño reconocido por su lucha por el debido proceso de los inmigrantes en Estados Unidos, hacia Esuatini, un pequeño país al sur de África.
Según medios estadounidenses, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó a los abogados de Ábrego que se le asignó un nuevo destino tras expresar temor de ser expulsado a otros países. “Esa afirmación de miedo es difícil de tomar en serio, considerando que ha declarado temer persecución o tortura en al menos 22 países diferentes”, indicó el DHS.
En un comunicado, el DHS agregó: “No obstante, por la presente le notificamos que su nuevo país de expulsión es Esuatini”.
Ábrego García, quien vivía y trabajaba en Maryland junto a su esposa y tres hijos, fue arrestado a inicios de año y deportado por un “error administrativo” a El Salvador, pese a contar con un beneficio migratorio que impedía su expulsión. Permaneció varios meses en la cárcel de máxima seguridad CECOT en su país natal.
Tras una intensa batalla legal, el Gobierno Trump lo trajo nuevamente a Estados Unidos, donde continúa bajo custodia de las autoridades migratorias. A finales de agosto, se había revelado que planeaban enviarlo a Uganda, pero sus abogados solicitaron reabrir su caso ante un juez de inmigración para presentar una solicitud de asilo político.
La defensa de Ábrego pidió que se reabriera el expediente cerrado en 2019, cuando un juez rechazó su primera solicitud de asilo por presentarla fuera del plazo legal, aunque evitó su deportación al considerar que su vida corría peligro en El Salvador.
La Casa Blanca ha reiterado que su objetivo es expulsar a Ábrego García, a quien considera “peligroso” y con presuntos vínculos con pandillas salvadoreñas. En ese marco, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) lo detuvo el pasado lunes tras presentarse a una cita en las oficinas de Baltimore, Maryland, informando ese mismo día que se encontraba en proceso de deportación a Uganda.