Washington, 28 agosto.- El fiscal general interino de Minesota, Joseph Thompson, afirmó este jueves que el joven responsable del tiroteo en la escuela católica de La Anunciación en Mineápolis “estaba lleno de odio” y que su motivación principal era causar sufrimiento a los niños.
El sospechoso, identificado como Robin Westman, de 23 años, abrió fuego el martes en plena misa escolar, dejando un saldo de dos niños muertos, de 8 y 10 años, y 17 heridos, entre ellos un menor en estado crítico.
Según Thompson, el análisis del manifiesto publicado por Westman antes del ataque revela que idolatraba a otros autores de tiroteos masivos en escuelas de EE.UU., en especial a Adam Lanza, autor de la masacre en Sandy Hook en 2012. De hecho, el atacante habría grabado el nombre “Lanza” en uno de los cargadores del rifle utilizado.
Investigación en curso
El FBI aseguró que Westman no tenía antecedentes criminales ni figuraba en listas de vigilancia, lo que ha generado cuestionamientos sobre cómo pasó desapercibido. El jefe de la policía de Mineápolis, Brian O’Hara, señaló que por ahora se desconoce si el atacante estaba recibiendo tratamiento de salud mental.
La Casa Blanca confirmó que el caso se investiga como un crimen de odio contra la comunidad católica y como un acto de terrorismo doméstico.
En la escena del crimen, la policía halló 116 balas de rifle, tres casquillos de escopeta y una bala de pistola. Además, este jueves se realizaron allanamientos en cuatro lugares, incluyendo la iglesia y tres residencias vinculadas al sospechoso, donde se incautaron computadoras que serán analizadas.
El ataque ha reavivado el debate sobre la violencia armada en Estados Unidos y el riesgo que enfrentan los menores en entornos escolares.