LA PAZ, Bolivia, 18 Agosto.- Bolivia celebrará una segunda vuelta presidencial tras unos comicios sorpresivos en los que el senador de centro Paz se impuso como primera mayoría, aunque sin alcanzar los votos necesarios para ganar en primera ronda. El político moderado enfrentará al expresidente derechista Jorge “Tuto” Quiroga, quien quedó en segundo lugar, según resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral.
Con el 91% del conteo preliminar, Paz obtuvo el 32,8% de los votos, mientras que Quiroga sumó el 26,4%. Para evitar el balotaje, se requería superar el 50% o alcanzar el 40% con una ventaja de al menos 10 puntos sobre el segundo. La segunda vuelta se celebrará el 19 de octubre.
La elección marca el fin de casi dos décadas de gobiernos de izquierda, encabezados por el Movimiento al Socialismo (MAS). El candidato oficialista Eduardo del Castillo apenas logró el 3,2% de los votos, mientras que Andrónico Rodríguez, disidente del MAS, alcanzó el 8%.
Paz, de 57 años, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) y líder del Partido Demócrata Cristiano, afirmó que su avance refleja el “deseo de cambio del pueblo boliviano”. Señaló que espera construir una mayoría para reformar el modelo económico y garantizar estabilidad parlamentaria.
“Hemos clasificado a una final, no hemos ganado nada. Bolivia pide un cambio de gobierno y también de sistema político”, dijo tras conocerse los resultados.
Quiroga felicitó a Paz y aseguró que enfocará su campaña en resolver la crisis económica, la mayor preocupación de los bolivianos.

El sorpresivo ascenso de Paz ha sido interpretado por analistas como resultado del hartazgo con el MAS y los viejos liderazgos. Michael Shifter, del Diálogo Interamericano, apuntó que la falta de un perfil ideológico rígido jugó a su favor entre votantes desencantados con la izquierda oficialista.
La jornada electoral se desarrolló sin mayores incidentes, salvo la agresión sufrida por Andrónico Rodríguez en Chapare, donde fue atacado con piedras al momento de votar. El exmandatario Evo Morales, inhabilitado para competir, promovió activamente el voto nulo, que alcanzó un 19,29%, el porcentaje más alto en la historia reciente del país (frente al 4% en elecciones previas).
Los resultados reflejan una fractura profunda en el MAS, debilitado por la pugna entre Morales y el presidente saliente Luis Arce, lo que facilitó el avance de opciones de centro y derecha en el escenario político boliviano.