Ottawa, 4 agosto.- El ministro federal de Inmigración de Canadá, Marc Miller, declaró que no hay planes para otorgar ampliamente el estatus de residencia a los inmigrantes indocumentados que actualmente trabajan en el país. Esta decisión, aunque frustrante para quienes se encuentran en una situación precaria y contribuyen a la economía, refleja una postura realista sobre las posibilidades actuales.
“Por muy frustrante que sea escuchar esto para aquellas personas que están en una posición precaria de ser indocumentados en Canadá y que contribuyen a la economía, y quizás para sus niños que son canadienses, creo que tenemos que ser muy claros con los canadienses y bastante realistas sobre lo que se puede lograr”, afirmó Miller. “A pesar del imperativo económico, a pesar del imperativo muy humanitario que representa un amplio programa de regularización, me queda claro que los canadienses no están listos para aceptarlo y esa es simplemente la realidad”.
A pesar de la negativa general, Miller señaló que todavía está considerando activamente brindar un estatus legal a los inmigrantes indocumentados que trabajan en sectores clave como la atención médica y la construcción. A finales de 2021, los liberales se comprometieron a explorar formas de regularizar el estatus de los trabajadores indocumentados que contribuyen a las comunidades canadienses. Sin embargo, en ese momento, el primer ministro Justin Trudeau indicó que no tenía un cronograma para implementar esta propuesta.
El número de personas indocumentadas en Canadá se estima entre 300.000 y 600.000. El gobierno ha estado bajo presión de organizaciones que representan a los migrantes, incluida la Red de Derechos de los Migrantes, que en mayo instó a Miller a avanzar con la propuesta de regularización.
El tema de la inmigración se ha convertido en un punto central en el debate político canadiense, particularmente en relación con la asequibilidad de la vivienda, un asunto frecuentemente abordado por partidos y organizaciones conservadoras y de derecha. Una encuesta de Leger realizada en julio reveló que el 60 por ciento de los encuestados cree que hay demasiados inmigrantes llegando a Canadá.
En marzo, Miller anunció que Ottawa intentará reducir la proporción de residentes temporales en la población del 6,2 por ciento al cinco por ciento para el año 2027. “Creo que tenemos que ser bastante prácticos y realistas sobre si podemos lograrlo de una manera que demuestre a los canadienses que somos capaces de hacerlo el próximo año”, comentó el ministro.
El Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá señaló en un comunicado de prensa a principios de este mes que se incluirán medidas para abordar la afluencia de residentes temporales en el próximo plan de fijación de niveles de inmigración. Este plan, que abarcará tanto a residentes temporales como permanentes, será presentado en otoño, tras consultas con contrapartes provinciales y territoriales y otros actores relevantes como parte de la planificación anual de los niveles de inmigración de Canadá.
