La Habana, 17 de julio – En un movimiento histórico, el Gobierno de Cuba ha reconocido la necesidad de dolarizar parcialmente su economía para intentar restablecer el valor del peso cubano, sumido en una profunda crisis económica exacerbada por factores como la caída del turismo debido a la pandemia y las sanciones de Estados Unidos.
Durante una sesión plenaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el primer ministro cubano, Manuel Marrero, describió las difíciles condiciones económicas como una “economía de guerra”, haciendo inevitable el camino hacia la dolarización parcial.
Marrero destacó que aproximadamente 2.000 millones de dólares circulan actualmente en el sector privado y el mercado informal de divisas en Cuba, utilizados por particulares para importar productos que el Estado no puede proveer suficientemente.
En respuesta a esta realidad, el gobierno cubano tomará medidas significativas, incluyendo la prohibición para los negocios privados de cobrar en divisas, con excepciones para sectores específicos como aerolíneas y empresas extranjeras. Además, se permitirá el cobro en moneda extranjera en efectivo dentro del sector turístico y se comenzará a cobrar las importaciones de los privados en divisas.
El objetivo declarado de estas acciones es “restituir el orden y la disciplina” en la economía cubana. Marrero también anunció un proceso de saneamiento de las cuentas en divisas de las entidades estatales, aunque no proporcionó detalles específicos al respecto.
En cuanto al tipo de cambio, Marrero señaló que se aplicará gradualmente un nuevo tipo de cambio oficial para evitar una mayor devaluación y un impacto negativo en la inflación. Actualmente, el tipo de cambio informal ronda los 310 pesos cubanos por dólar estadounidense, mientras que el tipo de cambio oficial es de 24 pesos para personas jurídicas y 120 pesos para personas físicas.
El primer ministro cubano no especificó un cronograma detallado para la implementación de estas medidas, pero subrayó la necesidad urgente de estabilizar la economía cubana frente a los desafíos actuales.
Este anuncio representa un paso significativo en los esfuerzos de Cuba por enfrentar su crisis económica y financiera, buscando soluciones prácticas en un contexto global complejo.