Bilbao, 31 oct.- El cantautor panameño Rubén Blades reafirmó su compromiso con una visión crítica y humanista del arte durante su participación en el evento BIME en Bilbao, donde se definió como un “cronista” que escribe sobre la gente, rechazando “el panfleto y la propaganda”. “La política no corrompe, la política desenmascara”, afirmó el artista, quien aseguró ser “de izquierdas, pero no de la de los dictadores”.

Galardonado con 24 premios Grammy y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de España, Blades compartió reflexiones sobre su carrera, su formación en Derecho y su visión del arte como vehículo de conciencia social. “Estudiar Derecho me salvó de los abusos de la industria musical y me enseñó a escribir con precisión: decir lo más posible con lo menos posible”, explicó, subrayando que esa disciplina lo ayudó también a sobrellevar “las consecuencias del éxito”.

Durante la charla, el autor de “Pedro Navaja” evocó su infancia en Panamá y recordó la influencia de su familia: “De mi abuela aprendí a hacer lo correcto, de mi madre heredé el oído musical y de mi padre aprendí a no presumir de nada”. Contó además que en 1967 musicalizó su primer poema, iniciando así una trayectoria que cambiaría la historia de la salsa.

El músico destacó el papel integrador de la salsa como un espacio donde “no importaba el color de piel ni la clase social”. En los años 70, señaló, “los fines de semana en Nueva York la gente se reunía a bailar, y eso derribaba muros”. No obstante, Blades rechazó las etiquetas que lo encasillan como “intelectual” o como exponente de la “salsa consciente”. “Eso es presumir. Yo solo escribo sobre lo que veo y siento a mi alrededor, como un cronista”, recalcó.

En un discurso vibrante que fue interrumpido varias veces por los aplausos del público, Blades insistió en que su arte busca empatía y comunicación, no ideología. “Quiero escribir sobre la gente, no sobre la ideología. Me han dicho toda la vida que soy de izquierdas, lo soy, pero no de la de los dictadores”, afirmó con firmeza.

El artista recordó que su música ha sido censurada tanto en Cuba como en Miami, lo que, según dijo, demuestra su independencia ideológica: “Cada dictador ha tenido su forma de prohibirme”. Y añadió con ironía: “Hay una diferencia entre ser comunista y ser de izquierdas; algunos se disfrazan de izquierda, pero son unos sinvergüenzas”.

También se refirió a su experiencia como ministro de Turismo de Panamá, calificándola como “una experiencia muy buena que me hizo mejor panameño”. “Me metí dentro del monstruo y salí convencido de que un gobierno que piensa en la gente puede cambiar un país de forma positiva”, aseguró, recordando que su intención fue servir, no servirse del cargo.

En cuanto a sus próximos proyectos, Blades anunció que trabaja en un libro iniciado antes de la pandemia y en una película junto al actor español Antonio Banderas. Para cerrar su intervención, reflexionó sobre el papel del azar en la vida: “Hay mucha gente con más talento que nunca tuvo oportunidad. Yo no he llegado solo hasta aquí”, concluyó.

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