Lima, 2 oct (Hispanic Post).- Un paro de transporte público convocado en Lima y Callao por gremios del sector para exigir al Gobierno mayores medidas de seguridad ante el avance del crimen organizado afectó este jueves de manera parcial el tránsito en la capital peruana, dificultando el traslado de miles de trabajadores hacia sus centros laborales.

Los transportistas denuncian una ola de extorsiones, asesinatos de choferes y ataques a autobuses, presuntamente cometidos por sicarios, lo que ha generado un clima de temor en las calles. Miguel Palomino, presidente de la Asociación Nacional de Conductores Profesionales del Perú, afirmó que la protesta es “la reacción ante la inoperatividad de los poderes del Estado, que no hacen nada por la vida de todos los peruanos”.

Zonas más afectadas

Según medios locales, los distritos más golpeados por la paralización fueron San Juan de Lurigancho, Rímac, Puente Piedra y el Cercado de Lima, además de sectores del Callao. En varias zonas del este de la capital, el presidente de la CTU, Héctor Vargas, aseguró que el paro fue “total”.

Ante la reducción de autobuses, surgieron vehículos colectivos informales que aprovecharon la coyuntura para elevar tarifas. En el norte de Lima incluso se reportó el pinchazo de neumáticos de buses que intentaron circular, lo que obligó a la Policía Nacional a reforzar la vigilancia. El general Enrique Monroy, jefe de la Región Policial de Lima, informó que más de 2.000 agentes fueron desplegados y que no se registraron incidentes graves.

Respuesta del Gobierno

El Ministerio de Trabajo pidió a los empleadores priorizar el teletrabajo y conceder una tolerancia de dos horas a los trabajadores que debieran trasladarse de forma presencial, asegurando que esas demoras no podrán considerarse como tardanza injustificada.

Por su parte, el ministro de Transportes y Comunicaciones, César Sandoval, minimizó el impacto de la protesta al declarar que la circulación de buses era “normal” y que “no hay paro”.

Coincidencia con movilización sindical

La protesta coincidió con la jornada convocada por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), el principal gremio sindical del país, que organizó una movilización nacional “en defensa de la vida, el trabajo y contra la corrupción y el crimen organizado”. La concentración principal está prevista en la Plaza Dos de Mayo en el centro histórico de Lima.

El paro de transportistas refleja no solo la creciente inseguridad en la capital peruana, sino también la presión social sobre el Gobierno de Dina Boluarte para enfrentar con mayor contundencia al crimen organizado que se ha infiltrado en la vida cotidiana de los ciudadanos.

Publicidad