Redacción internacional, 10 sep.- El Gobierno de Polonia denunció este miércoles que la violación de su espacio aéreo por parte de drones rusos constituye un “acto de agresión sin precedentes” y anunció que invocará el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que contempla consultas inmediatas entre aliados cuando la integridad territorial o la seguridad de uno de ellos se vea amenazada.
El primer ministro Donald Tusk compareció ante el Parlamento pocas horas después de que se confirmaran 19 incursiones aéreas durante la madrugada, de las cuales tres drones fueron derribados por las defensas polacas y de la OTAN. El operativo, que se prolongó hasta primeras horas de la mañana, contó con apoyo aéreo de países aliados, entre ellos Países Bajos, bajo coordinación del Mando Aéreo Aliado (AIRCOM).
Riesgo de escalada militar
Tusk advirtió que Europa atraviesa un momento de máxima tensión desde el final de la Segunda Guerra Mundial, subrayando que el país se encuentra “más cerca de un conflicto abierto que nunca”. Según el mandatario, por primera vez los drones no procedían de Ucrania, sino de Bielorrusia, lo que descarta, a su juicio, que se tratara de un error técnico o de una pérdida de control. “Polonia tiene un enemigo político más allá de su frontera oriental”, sentenció.
El Ejecutivo polaco calificó el ataque de “provocación a gran escala” y aseguró que el Ejército está preparado para “repeler nuevas incursiones”. En una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, Tusk reiteró que se han puesto en marcha los protocolos de emergencia previstos con la OTAN, y que estos funcionaron de manera efectiva durante la operación nocturna.
Reacción internacional y condena unánime
La Unión Europea (UE), a través de su alta representante para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, sostuvo que existen “indicaciones claras” de que el ataque fue intencional, mientras que líderes europeos como los de España, Francia, Italia, Suecia y Noruega expresaron su respaldo inmediato a Varsovia. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, afirmó que la agresión rusa “supone una amenaza directa para la seguridad de toda Europa”.
Por su parte, Bielorrusia trató de restar gravedad al incidente, alegando que los drones rusos se desviaron por la acción de sistemas de guerra radioelectrónica utilizados tanto por Moscú como por Kiev. Sin embargo, Varsovia rechazó esta versión al insistir en el carácter deliberado de la incursión.
Daños materiales y medidas de seguridad
Las autoridades polacas confirmaron que uno de los drones impactó contra el tejado de una vivienda en la localidad de Wyryki, en el este del país, causando daños materiales sin dejar víctimas. Restos de otro aparato fueron hallados en la región de Lublin, donde equipos de artificieros inspeccionan la zona.
El Gobierno alertó a la población de que no debe manipular fragmentos de drones que puedan encontrarse en áreas residenciales y pidió mantener la calma, mientras patrullas militares realizan inspecciones en las zonas afectadas.
Polonia cierra filas con la OTAN
El incidente obligó a cerrar temporalmente parte del espacio aéreo polaco, lo que afectó a cuatro aeropuertos que ya han retomado sus operaciones. El ministro de Defensa, Władysław Kosiniak-Kamysz, recordó que tras los incidentes previos con Bielorrusia, las Fuerzas Armadas estaban autorizadas a derribar cualquier dron hostil, contando con su “pleno respaldo”.
En su intervención parlamentaria, Tusk destacó el contacto permanente con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y aseguró que Polonia espera una respuesta conjunta y firme frente a esta amenaza. “Hoy nadie puede dudar de que debemos prepararnos para todos los escenarios posibles”, advirtió el primer ministro.
El episodio marca un nuevo punto de inflexión en la guerra en Ucrania, al trasladar de lleno la tensión militar a un Estado miembro de la OTAN, con el consiguiente riesgo de que la Alianza se vea arrastrada a un enfrentamiento directo con Rusia.